domingo, 23 de marzo de 2008

NOMBRES DEL PODER JUDICIAL EN TIEMPOS DEL PROCESO MILITAR LIBERAL DE 1976



Se argumenta, no sin razón, que el poder judicial debe funcionar limpiamente y sin sufrir interferencias de ningún tipo. Que sus funcionarios deben ser probos, correctos imparciales y, a lo sumo, ejemplos para la sociedad civil. Ahora bien, ¿ocurre esto en nuestro país?

Si, por cierto, intentamos rastrear algunos nombres de jueces o fiscales honestos que tuvimos en nuestro poder judicial, bien pobres serán los resultados. Existieron instancias donde directamente se borraron las barreras independientes de los poderes judicial y legislativo, como aquellos momentos en que entró en vigencia el ilegal “Corralito Financiero” a fines de 2001, por poner un ejemplo. Y ni hablar sobre la posterior pesificación de los depósitos bancarios de los ahorristas argentinos que vino poco tiempo después. Sin embargo, todos se han limpiado las manos, y, por ende, todos siguen libres.

¿Y quién se acuerda de aquellos traidores hombres de las leyes que actuaron en el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional de 1976 a 1983? Por estos días, y en formato de “feriado nacional”, se están cumpliendo 32 años de la imposición forzosa e ilegal del último gobierno militar. Pero volvamos a la pregunta: ¿Usted sabe, lector, el currículum del juez Eugenio Raúl Zaffaroni o el del mentado autor de la frase “Nunca Más” al final del juicio a las Juntas Militares de 1985, Julio César Strassera? Tanto uno como el otro no vieron truncadas sus carreras judiciales cuando llegó el liberal gobierno de facto en 1976, al contrario, supieron adaptarse y callarse mientras el mismo duró. Al presente, tanto Zaffaroni como Strassera son poco menos que aclamados como “verdaderos jueces de la democracia” por los supuestos defensores de los “DD.HH.”. Nada más perverso que el historial de ambos, los cuales trataremos de desnudar a continuación.


STRASSERA, NUNCA MAS LO OLVIDEN…

Poco antes de producirse el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, Julio César Strassera era Secretario de Juzgado. Luego de consumado el golpe de Estado, fue promovido como Fiscal Federal.

Se sabe que Strassera durante los primeros años del gobierno militar liberal se encargó de denegar cientos de ‘Hábeas Corpus’ solicitados a favor de presos políticos. Uno de esos ‘Hábeas Corpus’ denegados fue el que pidió para sí el ex gobernador de la provincia de Santa Cruz, Jorge Cepernic, dirigente cercano a la organización subversiva Montoneros.

Cuando Cepernic fue detenido se lo puso a disposición del Poder Ejecutivo, al tiempo que le fueron confiscados todos sus bienes. Julio César Strassera dijo por entonces: “(…) la privación de libertad (…) encuentra su legitimidad en la misma Constitución Nacional -indudablemente reformada por el Estatuto del Proceso de Reorganización Nacional y el Acta- de tal suerte que el artículo 2º, inciso e) de ésta última constituye una norma de idéntica jerarquía que la contenida en el artículo 23 de aquella, en cuanto faculta al Poder Ejecutivo Nacional para arrestar personas a su exclusiva disposición, en tanto las circunstancias excepcionales por las que atraviesa el país así lo aconsejen. En consecuencia parece claro que impugnar la Resolución Nº2 de la Junta Militar so color de repugnar a la Constitución Nacional resulta inadmisible pues (…) ello equivale a afirmar que la Constitución es inconstitucional”. Esto lo afirmó Julio César Strassera el 19 de marzo de 1979, cuando era Fiscal Federal.

Un dato más sobre la ascendente carrera judicial de Julio César Strassera: todavía en plena dictadura militar, en 1981, Strassera fue designado Juez de Sentencia. Ante esto, nada más se puede decir sobre la reputación del juez hoy defendido por los resabios de la subversión marxista de los 70. Solamente agregar que Julio Strassera actuó como abogado defensor del delincuente y ex jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra, en momentos donde éste era “juzgado” por los 194 muertos en el boliche “República Cromagnón”, en diciembre de 2004.


Julio César Strassera, de anteojos, junto al miembro de la masonería y español Baltazar Garzón

EL GARANTISTA ZAFFARONI Y SU ROL EN EL PROCESO MILITAR…

Lo más valioso acerca del papel que desempeñó el actual juez de la Corte Suprema de “Justicia” del kirchnerismo cuando los tiempos del liberal Proceso de Reorganización Liberal lo constituye una imagen fotográfica que en su momento aportó el ex jefe de la SIDE menemista, Juan Bautista “tata” Yofre.

En ella se puede ver a un joven doctor Eugenio Raúl Zaffaroni en la Sala de Audiencias de la Cámara del Crimen de la Capital Federal hacia 1976, momento y lugar en el que está prestando juramento como Juez Penal de la dictadura militar golpista. O, dicho de un modo simple y concreto, en momentos donde juraba por los Estatutos de dicho régimen…

Sobre su papel como juez durante el Proceso de Reorganización Nacional, tampoco se sabe de ‘Habeas Corpus’ alguno que haya firmado Zaffaroni.

Por eso, cuando vuelve a marcar el almanaque de nuestra historia un nuevo aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, la memoria debe ser completa, y para ello hay que acordarse de todos los que permitieron la oscuridad de aquellos tiempos. Ningún “museo de la memoria” tendrá sentido mientras se oculte a una parte de los protagonistas de tan infaustos episodios, protagonistas que, escondiéndose cual cobardes, ayer estaban con unos y hoy están con otros pero jamás con el país. Los mismos que, como Eugenio Raúl Zaffaroni y Julio César Strassera, echaron por tierra la verdadera función del poder judicial, es decir, administrar justicia por y para el pueblo de la Patria.

viernes, 14 de marzo de 2008

SEÑOR RAUL RICARDO ALFONSIN FOULKES, ¿NO TIENE NADA QUE DECIR USTED?...


La justicia parcial que vive la Argentina de manera drástica y punzante en estos últimos años en cuanto a la revisión de los acontecimientos políticos de los años 60 y 70, invita a sacar 'algunos trapos al sol', dado que los resultados que dicha justicia parcializada irradia a la sociedad ya están sirviendo para un peligroso adoctrinamiento de las masas. Las jóvenes generaciones de connacionales están tomando la versión engañosa de los hechos, es decir, la subversión, incluso están repitiendo la diatriba engañosa y recortada de aquellos años, venerando a los delincuentes terroristas como si se trataran de auténticos "salvadores de la Patria".

El ataque que los sobrevivientes de la delincuencia armada hacen sobre sus enemigos de ayer tiene tintes sistemáticos: se hace efectivo en todo momento y lugar. A fines de 2007 fueron enviados a cárceles comunes 15 marinos que tuvieron alevosas intervenciones en la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada). No está mal, en la Patria todos deben pagarla de una u otra forma. Pero todos deben rendir cuentas... Otro caso es la medida que tomó el recientemente electo gobernador de la provincia del Chaco, el delincuente hebreo Jorge Capitanich Popovich, quien dispuso que se retiren los cuatro cuadros pertenecientes a los gobernadores militares de facto que durante el Proceso de Reorganización Nacional ostentaron tal cargo. El lazo de la justicia parcial presente volvió a poner en las noticias al ex ministro del Interior de la dictadura militar, el General Albano Harguindeguy. Ahora, ¿nadie citó al forajido Raúl Ricardo Alfonsín Foulkes, el presidente "democrático"?


DESTAPANDO UN PASADO OSCURO

En primer término debemos poner las cosas en su lugar: Raúl Ricardo Alfonsín es un delincuente y cipayo traidor a Dios y la Patria. Ahora, empecemos a comentar un poco sobre él.

El doctor Raúl Ricardo Alfonsín no luchaba "por la vuelta de la democracia" en el transcurso de los años 70, como tampoco estuvo ajeno a los tristes personajes -sean éstos subversivos o militares golpistas- que sumieron al país en un baño de sangre que aprovecharon magistralmente los poderes internacionales. Y en plena democracia liberal-marxista tampoco pudo Alfonsín despegarse de los vicios de aquellos tiempos de plomo. En la imagen de arriba aparece acompañado de, entre otros, un criminal a sueldo llamado Raúl Guglielminetti, personaje al cual tuvo, en algún tiempo, como custodia y espía dentro del radicalismo.

El pseudo democrático Raúl Ricardo Alfonsín jamás pudo desconocer que el personaje que lo acompañaba en algunas de sus reuniones violó los derechos humanos entre 1976 y 1983. Dice una nota periodística que Raúl Guglielminetti “fue uno de los pocos que se jactaron públicamente de haber obtenido recompensas económicas por sus acciones represivas, como botines de guerra”. Asimismo, Guglielminetti se desempeñó como agente de la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado), y estuvo ligado a la ultraderechista Triple A del masón y umbandista José López Rega. En los años que recorría los pasillos de la SIDE se lo conocía como el “mayor Guastavino”.

El hombre que fue custodia y espía de Raúl Alfonsín sobrevivíó a todos los gobiernos militares y democráticos que se sucedieron entre 1968 y 1981, período en el cual fue parte de la seguridad de la Casa Rosada y, paralelamente, fue agente de la SIDE. En cierta oportunidad, Guglielminetti se dejó fotografiar rodeado de objetos con simbología nacionalsocialista… Tras alejarse de su rol de custodia, en marzo de 1983 fue nuevamente convocado a la seguridad de la Casa Rosada, permaneciendo con intermitencias hasta 1984 y 1985, cuando se lo empezaba a investigar por lo ilegal de sus actos.

Semejante prontuario, ¿lo habrá desconocido el “democrático” Raúl Ricardo Alfonsín? La foto que hemos puesto es de Junio de 1985, época en donde Raúl Guglielminetti estaba abocado al secuestro extorsivo, como aquel en donde él y su banda secuestraron al empresario Sergio Meller, cuya familia le pagó un rescate de 2.000.000 de dólares. En ese mismo año de 1985, fue allanada la casa que Guglielminetti tenía en la ciudad de Mercedes, descubriéndosele armas y explosivos. Tras ser apresado en diversas oportunidades y vuelto a liberar, desde el año 2003 que estaba prófugo, hasta que a mediados de 2006 Interpol lo encontró. ¿Y el doctor Raúl Ricardo Alfonsín Foulkes?...


MI AMIGO EL GENERAL HARGUINDEGUY



Más conocida, tal vez, es la relación amistosa que desde la juventud cultivaron el delincuente Raúl Ricardo Alfonsín con el General Albano Harguindeguy, acaso uno de los máximos responsables de las desapariciones acometidas en el último e ilegal gobierno militar de facto que vivió el país. Aunque en apariencia, la carrera política de Alfonsín no se condecía con la de Harguindeguy, ambos podían aparecer sonrientes y almorzando en las instalaciones del Ministerio del Interior cuando arreciaban la pólvora y la sangre por todos los rincones de la Patria.

Por entonces, Raúl Alfonsín acababa de fundar el Movimiento de Renovación y Cambio de la UCR, organización interna de dicho partido que jamás titubeó en defender a delincuentes subversivos marxistas en la década de 1970. Al mismo tiempo, el propio Alfonsín Foulkes tuvo una hija enrolada en el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) que, a no ser por la amistad de su padre con el General liberal y ministro Albano Harguindeguy, hubiera sido fusilada por terrorista en 1976. La recompensa tardó unos años pero llegó: el “democrático” Raúl Alfonsín evitó llevarlo a juicio a Albano Harguindeguy cuando el famoso juicio a las Juntas Militares de 1985, en la Cámara Federal. La justicia parcializada de la administración Kirchner-Fernández Wilhelm llamó nuevamente a declarar a Harguindeguy por violación de los derechos humanos…¿y a Raúl Ricardo Alfonsín, por cómplice, no?


ALFONSIN, EL HERMANO TRES PUNTOS

Pero Alfonsín fue un gran democrático, como se ve… Las investigaciones del fallecido investigador y patriota Patricio José Maguire revelaron que Raúl Ricardo Alfonsín Foulkes había sido iniciado en la Masonería ya desde los tiempos en que agonizaba el mal llamado Proceso de Reorganización Nacional. Un documento que en alguna oportunidad publicaremos, señala que Raúl Alfonsín se inició en la Logia Teodoro Herzl Nº402. Herzl fue, ni más ni menos, el fundador de la doctrina racista y política del sionismo. Esa logia realiza sus reuniones en el Gran Templo de la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones, sito en la calle Tte. General Perón 1242.


En dicho documento que acredita la condición masónica de Alfonsín se ve la firma del entonces Gran Secretario General, Luis San Luis, Grado 33, a cuya firma acompaña un sello con la hebrea Estrella de David. Alfonsín, entonces, fue iniciado en el Grado 14, Gran Elegido Perfecto y Sublime Masón. El documento consta de cierta cantidad de páginas, una de las cuales –la número 3- dice así, según la investigación de Patricio Maguire:


“En la página 3 está inserto un “Decreto” (de la masonería), cuyo artículo 3º determina que: “Los ejemplares (de los Rituales) serán provistos por la Gran Secretaría a los Hermanos y Cuerpos Subordinados, asentando, en los mismos el nombre del adquiriente y autenticados por el Gran Secretario General”.

“Esta disposición tiene por objeto evitar que estos “Rituales” lleguen a poder del público, por cuanto de su contenido se deriva claramente el carácter secreto de la masonería y su ACTIVIDAD POLITICA, y su subordinación a la Gran Logia Unida de Inglaterra”…

viernes, 7 de marzo de 2008

COMUNISTAS Y SOCIALISTAS ARGENTINOS, ESOS AMBIGÜOS, ENGAÑOSOS Y TRAIDORES

Patricio Etchegaray, secretario general del Partido Comunista Argentino, junto a "Raúl Reyes", segundo en la jerarquía de las FARC, en uno de sus tantos encuentros en Colombia.

De vez en cuando salen a la prensa noticias que tienen como protagonistas a dirigentes del comunismo y del socialismo en el país, algo que bien puede traducirse como la vigencia de ideales que, más acá en el tiempo, no han demostrado sino notables fracasos. Pero también disparan aquella otra pregunta retórica de "¿Todavía existen los comunistas o los socialistas en Argentina?".

Seguramente el fracaso práctico de sus teorías hizo que la gran mayoría de ellos se hayan llamado a silencio, o que sean simples espectadores del sistema o, lo que puede ser más canallezco todavía, que utilicen su eterna dialéctica para autorretratarse como comunistas y/o socialistas pero que, en la praxis, vivan como burgueses. Un ejemplo de esto último puede ser, con total tranquilidad, el ex secretario de Cultura de la administración Néstor Kirchner, Torcuato Di Tella, para quien la cultura -recordemos- no era una prioridad según sus propias palabras. Cuando hace unos días apenas, el ejército de Colombia mató al Nº2 de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), Luis Edgar Devia (alias "Raúl Reyes"), los medios se hicieron eco de uno de esos viejos dirigentes del comunismo argentino: Patricio Etchegaray, el secretario general del PCA (Partido Comunista Argentino). Como la imagen de arriba lo demuestra, este agente internacionalista visitó reiteradas veces al recientemente ajusticiado jefe de la subversión terrorista colombiana. Ahora, hacía mucho tiempo que nada se sabía de Etchegaray, ni de su partido, y pocos indagan en su triste historia. ¿Por qué?

Mucho tiene que ver, decíamos, el silencio de los dirigentes comunistas y socialistas que hay en el país. A ver: se sabe que actualmente hay un gobernador de provincia que es socialista, Hermes Binner, en Santa Fe, y que hay otro que desde hace unos meses se encuentra hospitalizado y con pronóstico reservado: Jorge Rivas, vicejefe de Gabinete de la Nación. Luego, mucha táctica entrista, corridas de un partido a otro, etc., etc. Pero, ¿no son partidos de casi 100 años el comunista y el socialista? Sí, lo son, pero se ha echado una gran sombra sobre ellos; hoy pocos saben de sus barbaridades que con suma inteligencia han tratado de ocultar al hombre común del pueblo, que las ha padecido, lógico.


EL PC Y EL PS SEGUN EL SIGLO XX ARGENTINO


No nos vamos a referir largo y tendido sobre lo que expresaban los socialistas y los comunistas durante la Segunda Guerra Mundial, cuando vivaban al “liberador” ejército de los Estados Unidos a medida que se aproximaban a Berlín, Alemania, sin importarles, acaso, que con ello sobrevenía la actual imposición mundial del liberalismo global. Ni tampoco haremos referencias exhaustivas sobre el apoyo que dieron junto a radicales, conservadores…y a los Estados Unidos para sumarse contra la candidatura a presidente, en 1946, del entonces Coronel Juan Domingo Perón. De ello se ocupará, entre otros, Arturo Jauretche en su magnífica obra “Política Nacional y Revisionismo Histórico”. Solamente vaya como ejemplo la siguiente Carta de Lectores del periódico liberal-conservador “La Nación” del 26 de Agosto de 2004, donde damos cuenta acerca de que el histórico dirigente del PS (Partido Socialista) y más tarde embajador ‘gorila’ Alfredo Palacios festejó la “liberación” norteamericana de París en agosto de 1944:

(…)

“El 23 de agosto por la mañana, argentinos y franceses acudimos a la plaza Francia para cantar el Himno Nacional y la Marsellesa, como demostración de nuestra alegría. Cómo no recordar las palabras de Alfredo Palacios en aquel acto: "La liberación de París marca la hora de la caída de todas las dictaduras. ¡Viva Francia libre! ¡Viva la Argentina libre!"…

(…)

“…La Nación del 25 de agosto de 1944 describe largamente y con mucha valentía el fervor reinante, que fue empañado por la llegada de policías a caballo con sables en las manos y gases lacrimógenos, tratando de dispersar la manifestación, mientras el público gritaba: <<¡San Martín sí, Rosas no! ¡Argentinos sí, nazis no!>>…”



Alfredo Palacios, recordemos, fue el primer diputado socialista en toda América Hispana, y fue miembro de la masonería. El 9 de Mayo de 1903, Palacios es elegido como Delegado de la Logia Sol Argentino Nº160 ante el Consejo de la Gran Logia. Fue embajador argentino en la República Oriental del Uruguay cuando el gobierno de facto liberal de la “Revolución Libertadora” (1955-1958). Es decir, luchó siempre por la libertad de los pueblos…

El Partido Comunista se encontró entre aquellas expresiones políticas que apoyó el golpe de Estado ilegal y liberal del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional. Lo que sigue salió publicado en el periódico “La Razón” el 13 de Junio de 1978:


“El Partido Comunista Argentino considera que el general Jorge Videla y los otros miembros de la Junta Militar que gobierna la Argentina son elementos ‘progresistas'. Esta declaración fue hecha por Roberto Vallarino, miembro del Comité Central del Partido Comunista argentino –de férrea ortodoxia soviética- al filósofo francés Bernard Henry Levy, en una entrevista que publica esta semana la revista “Cambio 16”, de Madrid. Según Vallarino, la ecuación Videla-fascismo es 'un error aventurero' y el Partido Comunista argentino da en este momento ‘un apoyo crítico' al gobierno militar de la Argentina. Vallarino rechaza las cifras de ‘desaparecidos' suministradas por la organización Amnesty International, afirmando que se trata de ‘una realidad exagerada'".

También existe un comunicado oficial dictado por el propio PCA un día después del 24 de marzo de 1976 en explícito apoyo al movimiento golpista. ¿No es extraño que nunca se haya llamado a declarar a ningún dirigente del Partido Comunista o del Partido Socialista por su complicidad en actos de lesa patria? Jamás hemos visto a uno de ellos pagar por sus servicios mezquinos y aberrantes contra el país y su pueblo. ¿Nadie juzgará al terrorista comunista Patricio Etchegaray por considerar recientemente que el criminal ex número 2 Raúl Reyes de las FARC era su amigo y era una persona con quien mantenía asiduos encuentros en la clandestinidad? Tal vez exista una explicación para tanta impunidad.

En octubre de 2007, y días antes de celebrarse las elecciones presidenciales en Argentina, el socialista Rubén Giustiniani, candidato a vicepresidente de Elisa Carrió, dio una conferencia en el Gran Templo de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones.


Explica Aníbal Atilio Röttjer en su obra “Historia de los Hermanos Tres Puntos”, página 125, Segunda Edición:

“Todos los fundadores de los sistemas socialistas han brotado del seno de la masonería, y las logias siempre han sostenido su propaganda. La masonería inspira, dirige y fiscaliza al izquierdismo militante.

“El socialismo universal moderno –dijo el judío Alfredo Nossig- forma la primera etapa del sionismo”, o sea, del mosaísmo o judaísmo imperialista. Leamos lo que escribió en 1926: “El socialismo y el mosaísmo de ninguna manera se oponen, sino por el contrario, entre las ideas fundamentales de ambas doctrinas, hay una conformidad sorprendente. Los judíos han cooperado de una manera decisiva en la creación del socialismo. Fueron judíos los que tuvieron parte preponderante en la dirección de las primeras repúblicas socialistas. El socialismo mundial actual forma la primera etapa del mosaísmo, el principio de la realización del estado futuro del mundo… Cuando una Liga de Naciones esté compenetrada del espíritu socialista entonces nos será posible el goce de nuestras necesidades internacionales… Por eso es por lo que todos los judíos tienen interés vital en la victoria del socialismo, la que deben exigir, no sólo por principio y por su identidad con el mosaísmo sino también por principio de táctica… El mosaísmo es el socialismo, libre de las utopías y del terror del comunismo y del ascetismo cristiano”.