jueves, 24 de julio de 2008

LA OLIGARQUIA EXISTE, SIGUE IMPUNE Y EL KIRCHNERISMO LA AMPARA

Gustavo Grobocopatel: uno de los cinco oligarcas que permanecieron impunes por el corrompido desgobierno de Cristina Fernández Wilhelm durante el conflicto "gobierno versus campo". Edith de Grobocopatel, madre de Gustavo, es, en 2008, la presidente de la Asociación Israelita de la localidad de Carlos Casares, provincia de Buenos Aires.

El gobierno kirchnerista a lo largo del conflicto que abrió y sostuvo contra el sector agropecuario local durante varios meses, no reparó en la lamentable utilización que hizo respecto a ciertos léxicos que son tomados muy seriamente -merced a lo que representaron y representan- por la sociedad argentina. "Golpistas", "comandos civiles", "gorilas" u "oligarquía" fueron de las palabras más escuchadas aquí y allá, dichas por todos y dirigidas contra todos. Mientras, durante el transcurso de la contienda, sus verdaderos significados iban cayendo en una chabacanería patética. Así, de tal modo, un chacacero de manos curtidas y ropa de campo era un "golpista" o, cuando la irracionalidad acudía, un "comando civil desestabilizador"... Y "gorilas", bueno, algunos -por no decir todos- de los que propinaban tal calificativo, en el pasado fueron los que Juan Perón llamaba como "gorilas afeitados", es decir, los delincuentes subversivos que disfrazándose de peronistas intentaban infiltrar el movimiento para destruirlo por dentro, cosa que con el tiempo y la democracia han logrado.

Sin embargo, pocos advirtieron el engaño conceptual cuando desde el gobierno bregaban encarnizadamente que estaban "luchando contra la oligarquía del campo". Porque la administración Kirchner-Fernández Wilhelm ni siquiera la molestó. Ahora que se disipó la polvareda, el panorama comienza a aclararse, y entonces con notable nitidez vemos los nombres de quienes poseen tremendas extensiones de campos que, ¡vaya paradoja!, ni fueron nombrados, criticados, insultados ni mucho menos advertidos por los "representantes del pueblo".

ORIGEN Y DECLIVE DE LA OLIGARQUIA AGROPECUARIA TRADICIONAL

Convertidos en hombres poderosísimos de la alta finanza mundial, los hebreos Elsztain, Soros, Bemberg, Werthein y Grobocopatel, hoy conforman la oligarquía cipaya que ha vivido y vive del sacrificio del pueblo trabajador argentino. ¿Por qué cuando el piquetero kirchnerista Luis 'Angel D'Elía salía en los medios a hablar de la "puta oligarquía" jamás hizo mención alguna de estos apellidos? ¿El otrora delincuente subversivo de Montoneros, Emilio Pérsico, tampoco advirtió sobre quiénes componen efectivamente la elitista y más siniestra oligarquía agropecuaria?

La oligarquía de origen israelita que se posó en los últimos tiempos sobre los campos argentinos, nada tiene que ver con la oligarquía que combatió el Teniente General Perón en los años 40 y 50. En esos tiempos, todavía solía escucharse que los propietarios de las fastuosas estancias del suelo patrio eran descendientes de los mismos que protagonizaron la Campaña al Desierto en tiempos del Teniente General Julio Argentino Roca, hacia 1878 y 1879. Es decir, oficiales del ejército roquista más algunas familias terratenientes del pasado colonial (los Anchorena, Unzué, Álzaga, etc., etc.) que no se jugaron el todo por el todo cuando las luchas intestinas del siglo XIX, fueron el núcleo fundador de la oligarquía que, décadas más tarde, y tras el proyecto de distribución de la riqueza con justicia social del peronismo, terminó diezmada.

Sin embargo, pese a la embestida, la oligarquía nacida a fines del siglo XIX tenía fuerzas, y así fue como consumaron la casi totalidad de los últimos golpes de Estado que sufrió el país: en 1955, en 1966 y en 1976. Pero aquel sector ya se había reducido considerablemente, y varias de las familias que tradicionalmente fueron componentes infaltables de la elite, vieron perder su status hasta disolverse. Algo que motivó este cuadro vino de la mano de las ventas de tierras que esas familias oligárquicas tuvieron que hacer para salvar su "honor".

Otro factor decisivo que forjó el magro destino de las ex familias oligárquicas fue el tema de las sucesiones. Un terrateniente de mediados del siglo XIX que logró hacerse de 10.000 hectáreas -por decir algo-, si tuvo 5 hijos debió repartir las 10 mil hectáreas en cinco partes. Y entonces, en vez de que un único hombre tenga 10.000 hectáreas, ahora eran 5 personas con 2.000 hectáreas cada uno. El fraccionamiento sería todavía más notorio si esas cinco personas tenían hijos, a quienes debían heredar sus 2.000 hectáreas. Y así hasta nuestros días.


LOS CINCO APELLIDOS DEL SUPUESTO "PUEBLO ELEGIDO": LA OLIGARQUIA AGROPECUARIA DEL PODER MUNDIAL

Eduardo Elsztain, y una foto que le sacaron dentro de la embajada de los Estado Unidos en Buenos Aires durante el año 2007.


Que el mundo ha cambiado en los últimos 30 o 40 años como nunca antes lo hubiésemos imaginado, por la vertiginosidad y la aceleración extrema, de eso, no caben dudas. Y dentro de ese cambio, la oligarquía en nuestro país también se vio vulnerada. A la par, diríamos, de una economía global superconcentrada y asfixiante para el común de los habitantes, sobresale el inmenso poderío del capital judío sionista. Y ha sido éste, y no otro, el factor preponderante para la instalación en puestos claves de las economías nacionales de los respectivos países, que como en nuestro país, la oligarquía más concentrada, elitista y multimillonaria esté controlada por Elsztain, Soros, Bemberg, Werthein y Grobocopatel.

Según una nota titulada "¿Existe hoy la oligarquía?", aparecido en el diario liberal "La Nación", Sección Enfoques, del domingo 20 de julio de 2008, leemos lo que sigue:

(...)

"...entre los más ricos de la Argentina, ubicados en lo más alto del 5% de la población con mayor poder económico -acaso lo más parecido a lo que podría considerarse una oligarquía versión siglo XXI-, hay, sin duda, algunos propietarios de inmensas extensiones, los grandes jugadores del campo: el grupo Cresud, controlado por la familia Elsztain, tiene 400.000 hectáreas propias; Adecoagro, de George Soros, 200.000; el Grupo Bemberg, 143.000; el Grupo Werthein, 100.000, y al empresario Gustavo Grobocopatel se lo conoce como el "rey de la soja" porque, aunque muchas no son suyas, explota 150.000 hectáreas, según la Revista de Estudios Agrarios, de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA".

La economía y las finanzas mundiales le permitieron a Eduardo Elsztain, por ejemplo, ser nombrado a mediados de 2005 como tesorero del Consejo Judío Mundial. Lo vemos también al frente de IRSA (Inversiones y Representaciones Sociedad Anónima), que es una de las principales inmobiliarias que existen en la Argentina, y aunque se prefiera ocultarlo, resultan evidentes los negocios que el clan Elsztain realiza conjuntamente entre IRSA y Cresud.

El poder de este excelente representante de la sinarquía en el país, se fortaleció groseramente gracias a la ayuda que le brindó el agente del sionismo político y racial George Schwartz (verdadero nombre de George Soros), según se desprende de otra nota aparecida en "La Nación" el 3 de julio de 2005, y bajo el auspiciante título de "El dueño de la tierra":

(...)

"Elsztain llegó a encontrarse cara a cara con Soros gracias a los contactos que fue desarrollando dentro de la colectividad judía en Buenos Aires, que fueron los que le abrieron las puertas del poderoso empresario.

"Con Soros, Elsztain trabajó durante más de diez años, hasta que el millonario del norte decidió canalizar sus inversiones hacia otros mercados más seguros. Según los hombres de IRSA, para Soros la Argentina resultó un excelente negocio y con sus inversiones durante los noventa ganó más de US$ 500 millones. Pese a esto, la relación entre ambos empresarios no terminó del todo bien y el detonante de la separación fue la decisión del norteamericano de especular con la compra y venta de bonos de la deuda argentina en el año 2000, cuando el país estaba a punto de caer en la peor crisis económica de su historia.

"Más allá del espaldarazo que significó contar con el apoyo (y los millones de dólares) de Soros, la decisión de invertir en el negocio de bienes raíces era casi una imposición familiar para Elsztain. El abuelo de Eduardo, Isaac, había dado los primeros pasos en este mercado con la fundación, en 1943, de IRSA, que durante sus primeros años se consolidó como una de las principales inmobiliarias de Buenos Aires, aunque en los noventa, cuando Eduardo tomó el control de la empresa, apenas contaba con un capital de 100.000 pesos".


Y con este último párrafo de la nota del año 2005 de "La Nación", terminamos con este posteo, al tiempo que rogamos a usted, lector, sacar sus propias conclusiones:

"En el momento en que decidió hacerse cargo de los negocios de la familia, Elsztain recién había terminado el secundario en el Colegio Nacional Buenos Aires y estaba cursando los primeros años de la carrera de economía en la UBA. La carrera universitaria nunca la pudo terminar, pero con ayuda de Soros y su habilidad para desarrollar nuevos negocios fue construyendo un verdadero imperio inmobiliario, que hoy incluye a los principales shoppings de Buenos Aires (Alto Palermo, Patio Bullrich, Paseo Alcorta, Design Center y Abasto), campos ganaderos y agrícolas en todo el país (agrupados bajo la empresa Cresud), hoteles de lujo (Llao-Llao, Intercontinental y Sheraton Libertador) y varios edificios emblemáticos, como el Rulero de Retiro, el Laminar Plaza, de Catalinas, y su última adquisición, la torre de Microsoft, por la que hace unas semanas pagó 27 millones de dólares".

martes, 15 de julio de 2008

JUAN JOSE ZANOLA: EXPONENTE DE LA C.G.T. TRAIDORA Y CORRUPTA



Hasta no hace tanto, podía verse estampado en una vidriera sucia de un local de la galería comercial que pasa por debajo del Obelisco porteño, un poster glorioso de los años 50 perteneciente a la C.G.T. (Confederación General del Trabajo). Unas cuantas ilustraciones, todas demostrando los verdaderos cuidados y asesoramientos que la central sindical dio al pueblo argentino cuando el peronismo logró nacionalizarla y, por ende, quitarla de las garras del comunismo, eran el fiel reflejo de una cosmovisión que ya es leyenda. Aquellos tiempos eran los de la C.G.T. que ofrecía sus servicios invariable e incansablemente, para permitirle a los descamisados el que sus hijos crezcan en un medio próspero, feliz y armónico, pues en esos tiempos los niños eran los únicos privilegiados; para que las familias de los desposeídos del pasado formaran entonces un hogar y sean reconocidos por la sociedad que tanto tiempo les dio la espalda. O, también, para dignificar el trabajo.


LOS PASOS HACIA LA DECADENCIA

Tomamos al delincuente y Alto e Infame Traidor a Dios y la Patria de Juan José Zanola porque nos pareció una prototípica figura de los que destruyeron la otrora correcta función de la C.G.T. como organismo en defensa de los derechos del trabajador argentino. Hemos visto con asombro la putrefacción del sindicalismo local desde, por lo menos, la temprana muerte de Eva Perón primero, el fatídico golpe de Estado de septiembre de 1955 más tarde, hasta recalar en el cobarde asesinato de José Ignacio Rucci en 1973 y, ya más contemporáneamente, con la infame traición menemista y las voluntades compradas por parte del kirchnerismo.

A partir de todos esos desatinos, el trabajador argentino quedó en el más absoluto desamparo, aunque puede hacerse una grotesca salvedad: los únicos trabajadores que salieron bien parados de tantos desastres fueron unos pocos, y a fuerza de la colaboración que prestaron a los gobiernos de turno sus respectivos secretarios generales.

Desde la pésima experiencia de la ALIANZA (1999-2001) al presente, la C.G.T. dividió su cúpula dirigencial en dos ocasiones, la primera de ellas cuando la central de los trabajadores estaba conducida por Rodolfo Daer y, de forma disidente, por Hugo Moyano. Y ahora, bajo la administración de Cristina Fernández Wilhelm, el panorama vuelve a plantear la dualidad: Hugo Moyano, de un lado, y Luis Barrionuevo por el otro.


PRONTUARIO DEL DELINCUENTE TRAIDOR ZANOLA

Juan José Zanola está como secretario de Acción Social dentro de la organización de la CGT, ligado estrechamente al oficialista Hugo Moyano. Al mismo tiempo, es secretario general de la Asociación Bancaria, cargo que ocupa desde 1985. Esta privilegiada posición le sirvió para obtener numerosos bienes inmobiliarios los cuales nunca pudo justificar con qué dinero los obtuvo.


Zanola sabe robar para los suyos: el abogado laboralista Horacio Meguira pudo averiguar sobre 5 propiedades que Juan José Zanola tenía en Capital Federal, pero a nombre de su concubina, Paula Aballay. Y quién era Aballay. Pues apenas una enfermera que trabajaba -¡oh, casualidad!- en la obra social de la Asociación Bancaria con un sueldo mensual de 1500 pesos. Luego fue ascendida de rango y su sueldo aumentó considerablemente a $7.000… Ahora, ni con un sueldo de 7 mil pesos por mes puede adquirir una enfermera devenida en jefa el referido número de propiedades.

Señalado como uno de los peores dirigentes del Club Atlético Huracán, en donde Zanola fue presidente entre 1988 y 1991, una nota publicada por el periódico “Clarín” del 12 de mayo de 1999 afirmaba que el dirigente bancario era el responsable del “49 por ciento de las deudas quirografarias (documentadas)” del club de fútbol.

En abril de 2006 los trabajadores de la Asociación Bancaria lo quisieron denunciar a Juan José Zanola por presunto enriquecimiento ilícito. No es casual que haya una bronca mantenida en el tiempo contra el forajido Zanola de parte de sus empleados bancarios, dado que el volante de letras rojas que hemos colocado en el presente posteo data de abril de 2008, y varios ejemplares del mismo se hallaban dispersos muy cerca de la sede central de la Asociación Bancaria, en pleno microcentro porteño.

Se entiende, aunque sea un poco más, por qué los trabajadores argentinos han perdido la dignidad durante los últimos 30 o 25 años. Por eso la C.G.T. queda reducida a un bello recuerdo plasmado en algún añejo poster de épocas más dignas.

viernes, 4 de julio de 2008

ASI TRABAJAN LOS "HONORABLES" DIPUTADOS DE LA NACION - MADRUGADA 5 DE JULIO DE 2008 / DEBATE POR LAS RETENCIONES


Lamentable. Eso es lo único que podríamos decir sobre quienes componen la burlonamente denominada "Honorable" Cámara de Diputados de la Nación. Como nosotros siempre tratamos de fundamentar lo que aquí exponemos, esta vez nuestro juicio tiene fuentes más que demostrativas para su corroboración.

Debemos situarnos, para ello, en la "maratónica sesión" (¡vaya denominación para el trabajo que siempre deberían poner en práctica nuestros legisladores!) que tuvo lugar el viernes 4 de julio de 2008 a medianoche y la madrugada en el recinto ya nombrado, para tratar el tema de las retenciones del 45% sobre los valores de comercialización del sector agropecuario.

Para ello, qué mejor ilustración del "esfuerzo" que hacen los "representantes del pueblo" para legislar que las imágenes captadas de la televisión:



Promediando la 1 de la madrugada, podemos ver que en la Cámara de Diputados había, de un total de casi 230 legisladores, menos de 90 de ellos sentados en sus respectivas bancas. Un medio televisivo -no Crónica TV-, percibió que alrededor de las 24:30 horas el recinto empezaba a vaciarse. Y con asombro y repudio se comprobaba que la mayoría de los ausentes "señores" legisladores eran, ni más ni menos, que del oficialismo kirchnerista. ¿El motivo? Se habrían ido a saborear y disfrutar, en medio de un debate tan trascendental, de un "catering o cóctel" (sic). El medio periodístico que dijo esto hasta puso en dudas cómo denominar tal ausencia masiva (decir que fue por un "cóctel" o un "catering"), por lo bochornoso que resultaría para la opinión pública en general. Al fin de cuentas, señores, los legisladores habían ido a disfrutar de una cena o, lo que puede ser aún peor, se retiraron por otros motivos del debate por las retenciones.



Lo que quedó dentro del recinto de la Cámara de Diputados no fue lo mejor tampoco. Las imágenes que están aquí colocadas dan cuenta de ello de manera irrefutable. Si hasta el canal "Crónica TV" supo interpretar, con ironía y bronca, el notable "trabajo" que los forajidos y pseudo representantes del pueblo llevaban a cabo. En esos instantes hubo una seguidilla de diputados de provincias postergadas y, diríamos, no tan involucradas dentro del lamentable conflicto por las retenciones móviles y extraordinarias, que tomaron la palabra, diputados a quienes sus propios colegas no les daban importancia.



La imagen que se encuentra inmediatamente encima de estas palabras es elocuente: mientras que algún diputado hablaba sobre la problemática que había convocado la sesión en la Cámara, otros, como la diputada que se ve en la foto, hablaban por teléfono celular, ajenos totalmente a la opinión del colega que en esos precisos momentos parlamentaba. Detrás de la que hablaba por celular, otros dos diputados charlan sin cesar y, como cereza del horrendo postre, a la derecha de la "honorable" diputada del celular, yace otra colega -de cabello rubio- que parece mirar para cualquier lado, eso sí, menos para prestarle atención al colega que se explayaba.



Para hacerles más amena la dedicación al laborioso esfuerzo que equivale ser legislador de la Cámara de Diputados, llegaba la hora del tradicional y tan porteño "cafecito". Tras la aparición del primer mozo del lugar ante las cámaras televisivas, pasaron por lo menos unos 20 minutos más, lapso en que otros mozos comenzaron a recorrer las distintas bancas de los diputados presentes -que eran pocos, como se dijo-, sirviendo cafés. Todo un verdadero ejemplo la de nuestros "representantes". ¡Bravo! Los ausentes, obviamente, seguían disfrutando de la cena o vaya uno a saber qué cosa...



Hay que estar seguro de algo: ser diputado nacional equivale a poco menos que pasarla excelentemente bien, pues les sirven café; tienen un "sueldito" igual o superior a los 10.000 pesos argentinos que sale de nuestros impuestos; tienen secretarias o secretarios cuyos sueldos también provienen del pueblo; encima de ello, visten elegantemente bien, poseen -como en la imagen- "notebook" (computadoras portátiles) y otros lujos más. Ah, y además de que nada les dicen cuando se ausentan en pleno debate o sesión legislativa, un gran número de diputados entra al "honorable" recinto a través de las malditísimas 'listas sábanas'.


Bien arreglada, con vestimenta de rigor y para la ocasión, esta deshonorable diputada nacional despunta el vicio en pleno puesto de trabajo (¿Parlamentar, hablar, es trabajar, cierto?): charla por celular -los entendidos en el tema sabrán si es un buen modelo o es alguno comprado en algún mercachifle venido a menos; ésta última opción muy dudosa que sea la correcta- al tiempo que recibe, inequívocamente, un exquisito café expreso que un gentil mozo de la Cámara de Diputados le convida para que no se estrese tanto... Mientras tanto se juega el futuro de la Patria.


Una de las peores impresiones que se registraron dentro del lapso de tiempo en que fueron tomadas todas las imágenes que acompañan la presente nota, fue saber que mientras un diputado leía una sentencia del ex presidente Néstor Carlos Kirchner de noviembre de 2002 donde se manifestaba totalmente en contra de las retenciones duhaldistas, al estar todos los presentes distraídos y estupidizados, esa prueba irrefutable del delincuente y extorsionador inmobiliario Néstor Kirchner pasó prácticamente desapercibida en el lugar. Una lástima.



Nuestra cultura criolla, aborrecida y defenestrada mortalmente por quienes siguieron la falsa dicotomía de "Civilización o Barbarie" sarmientina, tuvo como esencia el honor de la palabra empeñada. No existían para los gauchos y criollos otro poder más trascendental que el de la palabra; despreciaban el rol que podía llegar a cumplimentar la 'palabra escrita', razón por la cual el saber popular suscribió aquella frase que dice que "no hay que borrar con el codo lo que se escribió con la mano". Por desgracia, aquel tiempo en que floreció la oralidad como regla de oro para las relaciones sociales y, si se quiere, políticas, ha perdido vigencia ante la hora de los documentos y los papeles. Y la Cámara de Diputados es un sitio en el que abundan los documentos, pero la intuición inexpugnable del hombre de la calle sabe lo que son los "representantes del pueblo". Los documentos, las resoluciones, los libros con infinidad de leyes y reglamentaciones, todo se pierde ante las acciones de los diputados, que igual continúan ensoberbecidos en su intelectualidad libresca, en sus puestos claves de poder, cagándose en el pueblo argentino y en la soberanía de la Patria. Eso queríamos reflejar, cómo la "civilidad" de nuestros diputados roza, con total seguridad lo decimos, la bárbara muestra de lo que es ser un hijo de puta.