viernes, 30 de octubre de 2009

UNA CONDENA EXPLICITA A LA SATANICA MASONERIA POR EL GENERALISIMO FRANCISCO FRANCO

Esta imagen corresponde a la portada de un viejo libro nacionalista español escrito, al parecer, durante la Guerra Civil Española por Mauricio Karl. Nosotros hemos editado la imagen para ilustrar este posteo.

Desde 1946 y hasta comienzos de 1951, el generalísimo Francisco Franco publicó una serie de artículos esclarecedores sobre la masonería y su influencia decisiva tanto en España como en el resto del mundo. Conocedor excelso de la internacional masónica, a la que logró detener durante su largo gobierno, Franco la denunció en las páginas del diario "Arriba" en los años antes nombrados. Por cierto, no dejó nada sin analizar sobre la temática, comentando el rol que las logias masónicas tuvieron en las pérdidas de los territorios de ultramar de la antigua España imperial, en la influencia de la masonería durante y luego de la Segunda Guerra Mundial, la composición de las instituciones internacionales minada de logiados, etc., etc.

Un libro rarísimo que lleva por título "Masonería", de tapa negra, fue editado en nuestro país (Argentina) en marzo de 1979 por la editorial Entereza. Junto al título aparece, también, el seudónimo utilizado por Francisco Franco en esos primeros años que lo tuvieron como redactor de "Arriba": se hacía llamar J. Boor.

En este caso, traemos un artículo que Franco publicó el 9 de agosto de 1949. En uno de sus párrafos, para sorpresa de muchos -o no tanto-, se refiere a la masonería como enemiga de la Argentina, que entonces estaba gobernada por el teniente general Juan D. Perón. Esperamos sea de vuestro interés:


"ALTA MASONERIA

La carta pública dirigida por el cardenal Spellman, arzobispo de Nueva York, a Mrs. Franklin D. Roosevelt denunciando su historial anticatólico, saca a la luz la faceta de sectarismo que presenta la política actual norteamericana, de la que Eleanor Roosevelt se destaca como animadora. Las palabras que con este motivo le dirige el cardenal no pueden ser más elocuentes. Califica a la ley Barden, que priva a los niños católicos de su derecho constitucional de igualdad con los demás niños norteamericanos, de "infame ley que injustamente discrimina contra los grupos minoritarios de niños de los Estados Unidos", para terminar su carta expresando a la inquieta viuda: "Su récord de anticatolicismo habla por sí solo; récord que usted misma ha escrito en páginas de historia que no pueden eliminarse, documentos de discriminación indignos de una madre americana".

No se trata de un caso personal, que no hubiera movido la pluma del cardenal, sino de problema mucho más hondo; no estamos ante el hecho aislado de una mujer vesánica y sectaria que hace blanco de sus fobias a la Iglesia Católica, sino de todo un sistema que crece invadiendo el Estado, y del que la insensata dama aparece como campeona.

El asunto tiene para los católicos mucho más alcance. La revista Life, de 28 de marzo de 1949, publica en una plana a todo color un magnífico retrato del Presidente Truman, adornado con todos sus atributos masónicos y su cabeza aureolada por el resplandor de un globo terráqueo con la letra G, inicial de la palabra god (Dios). El retrato, pintado por Greta Kenton, destinado a la Gran Logia de San Luis, es para nuestro caso de una elocuencia abrumadora. Según el texto de la expresada revista, el Presidente Truman ostenta el grado 33, que le fué conferido en el otoño de 1945, al ocupar, a la muerte de Roosevelt, la Presidencia de los Estados Unidos, un grado más alto que el de cualquier otro Presidente anterior. Washington, Monroe, Jackson, Polk, Buchanan, Johnson, Garfield, McKinley, Theodore Roosevelt, Taft, Harding y Franklin Roosevelt han sido todos masones; pero, según expresión de la propia revista, ninguno alcanzó el alto grado conseguido por Mr.Harry Truman; un poquito más masón, por consiguiente, que los que le precedieron.

En Eleanor Roosevelt se da uno de esos casos que en España llamaríamos de marimachos o mujeres "machorras", que ingresan en las logias y alcanzan en ellas, por su sectarismo, un alto puesto. Eleanor Roosevelt es masona, masona activísima, que patrocina el grupo de los sectarios anticatólicos. A ella acudieron en fecha reciente los masones españoles para evitar la votación favorable a España en la Asamblea de la O. N. U., y ella fué, según es público y notorio en los Estados Unidos, la que apartó al Presidente Truman y al State Department de su propósito de votar a favor de España en la Asamblea de la O. N. U., que oficiosamente incluso se había hecho saber a la propia nación española. Mucho tiene que ser el poder sectario de esta vieja masona para influir en tal medida, y en contra de las propias conveniencias del país, expresadas por sus Estados Mayores, las decisiones presidenciales.

En tiempos del Presidente Roosevelt, uno de los más poderosos masones americanos ocupó el puesto de consejero privado del Presidente, el de Richelieu americano, como muchos le designaron; durante varios años trabajó este ilustre y discreto masón porque, al igual que en Inglaterra, pudieran fundirse en la Presidencia de los Estados Unidos el supremo poder ejecutivo y los supremos poderes masónicos. Al ocupar la Presidencia, por la muerte del anterior Presidente, Mr. Truman, de gran abolengo masónico, se acerca a aquella meta deseada con la elevación de éste al más alto grado de la masonería americana.

Aprovecha la masonería el ascenso de los Estados Unidos al primer puesto rector del Occidente, como consecuencia de la victoria, para intentar sujetar el Universo al capricho de unas pasiones sectarias, que acabarán esterilizando lo que intentan llamar el siglo de oro de Norteamérica. Ignora su pasión atea que el destino colectivo de los pueblos está en la mano del Dios verdadero, que muchas veces eleva al que más rápidamente va a dejar caer. La masonería puede desempeñar el papel de azote en este caso. La esterilidad de la victoria ya se viene acusando.

Harry Truman, masón. Muy probablemente sea esta la portada de la revista "Life" del 28 de marzo de 1949, que aparece nombrada por Francisco Franco en el artículo que reproducimos. No se alcanza a ver, en el centro del planeta Tierra, la letra "G" que emplean los masones, aunque sí se distingue el resplandor de aquél.

La ofensiva a lo católico, y como inmediata consecuencia de la ofensiva a España, no debe sorprendernos; la Iglesia católica viene siendo desde hace más de un siglo el blanco de la masonería universal, y si accidentalmente, por necesidades de la guerra y por el gran incremento de la fe católica en los Estados Unidos, lo católico llegó a tomar estado y el poder espiritual del Pontífice contemplado y cuidado por los Estados Unidos, terminada la guerra, renueva la masonería su lucha sorda contra la Iglesia católica, de la que la tristemente famosa ley Barden, que el cardenal Spellman apostrofa, es sólo un dato. El reconocimiento del Estado de Israel, su entrada en la O. N. U., la conducta hipócrita e injusta con España, la enemiga contra la Argentina, la oposición sistemática a los católicos para ocupar puestos rectores en la justicia o en el gobierno del Estado, las mayores decisiones en el orden nacional e internacional, obedecen exclusivamente a los dictados de la masonería.

Repetidas veces, al correr de estos años, leemos en la Prensa de los distintos países noticias como las siguientes: La revista Times, en otoño de 1945, publica habérsele conferido el grado 33 de la masonería al Presidente Truman. En otro periódico de los Estados Unidos se publica inmediatamente después: "Los representantes de las distintas confesiones y sectas protestantes, obedeciendo consignas masónicas, han pedido al Presidente Truman que retire del Vaticano a Myron Taylor, representante oficioso de los Estados Unidos cerca de la Santa Sede". En otro de Suiza: "Las distintas sectas e iglesias protestantes, reunidas en un reciente Congreso internacional en Suiza, acordaron organizar y emprender una ofensiva contra la Iglesia católica". A ello responde inmediatamente la Prensa de Norteamérica: "El Presidente Truman ha acordado retirar a Myron Taylor, representante norteamericano cerca de la Santa Sede, tan pronto como estén firmados los tratados de paz". Y es que lo protestante, así como lo judío y lo masónico, marchan en el mundo íntimamente ligados.

Se da el caso peregrino de que una Iglesia en decadencia, como la protestante, fraccionada en varias decenas de ramas, que se atomizan a través del tiempo, y en un país en el que existen más de treinta millones de ateos, financie en el extranjero, con dinero del Tesoro americano, grandes colegios y misiones protestantes en Cuba, las Antillas y países hispanoamericanos de lengua española, con ánimo de romper la unidad católica de estos países y preparar el camino para la dominación de la masonería sobre los mismos, que, sojuzgándolos política y económicamente a través de hombres de gobiernos masones bajo la disciplina de las logias norteamericanas, traicionen el interés de sus países y los subordinen a Norteamérica. ¿Por qué, si existen tantos millones de ateos en los Estados Unidos, no se extrema allí el celo de los pastores para ganarlos para su fe, en lo que encontrarían la facilidad del idioma y el invertir los dineros en la propia nación, y, en cambio, se multiplican estas misiones, provistas de millones de dólares, en los países extranjeros para pretender rivalizar, y aun destruir, la verdadera Iglesia, de la que en mala hora se separaron?

Detrás de un aparente protestantismo, se alza el poder de la masonería, que invade el campo de la política, el de la justicia, el de la enseñanza y todas las obras filantrópicas en general. Quince mil trescientas logias diseminadas, según la revista Look, y tres millones trescientos mil agentes distribuídos en el país, explican claramente las fobias anticatólicas de la Administración americana. No se nos arguya que hay sones diferentes. No pretendemos negarlo. Son muchos los incautos, los ignorantes o de débil fe que se dejan explotar por los más maliciosos y falaces, y bastantes los masones engañados sujetos a los grados inferiores y no iniciados en los designios verdaderos de la Orden; pero esto no altera, antes justifica, el designio anticatólico y racionalista que la masonería persigue, y que en otro trabajo ampliamente trataré de demostraros.

Si hoy el mundo occidental reconoce la sabiduría del representante de Dios en la tierra al condenar en forma explícita y contundente al comunismo y a cuantos con él se alían y colaboran, no se olvide que en 20 de abril de 1884, reiterando la condenación de sus antecesores, Su Santidad el Papa León XIII publicó su gran encíclica Humanum Genus, en la que condenaba de forma semejante a la masonería".

domingo, 18 de octubre de 2009

EL GENERAL RAMON JUAN ALBERTO CAMPS: ¿DESCUBRIO LO QUE FUE LA SINARQUIA INTERNACIONAL?

General Ramón Juan Alberto Camps: ¿un esclarecido no escuchado?

Lo sabemos. El título de este posteo es provocador, y hay quienes pueden argumentar que nos ponemos "a favor" del extinto general Ramón Juan Alberto Camps, jefe de la Policía Bonaerense durante ese nefasto período de la historia denominado "Proceso de Reorganización Nacional" (1976-1983).

Lógicamente que Camps no tuvo ingerencia alguna en lo que fue la destrucción de la industria y la economía nacionales durante aquél régimen, porque el ex jefe de la Policía Bonaerense era un hombre de acción. Seguramente sí contribuyó a otro mal muy emparentado a la frívola actitud burguesa del "no te metas", cuando algunos grupos de tarea bajo su tutela irrumpían, tal vez con más irracionalidad que con información, a alguna casa en busca de conocidos de delincuentes subversivos marxistas que, a lo mejor -vale la aclaración-, nada tenían que ver con meter bombas o secuestrar empresarios, militares o civiles.

Pero, ahora bien: ¿qué sabía Ramón Juan Alberto Camps del poder mundial? ¿Qué pudo sacar de limpio al desarticular (hasta donde lo dejaron) el conglomerado de empresas del hebreo sionista David Graiver, el financista de la organización marxista Montoneros? ¿Qué pudo extraer del traidor y "periodista" Jacobo Timerman, quien se llevaba bien con desalmados militares de alta jerarquía y con los delincuentes marxistas de entonces? ¿Y de la tan mencionada empresa Papel Prensa?

Si nuestra información no es errónea, el general Camps escribió dos libros, uno de ellos titulado "El Poder en la Sombra". Fue esta una obra divulgada en su momento, pero desde hace años a esta parte totalmente ignorada. "El Poder en la Sombra" es una libro harto recomendable, porque tiene pruebas irrefutables, y un material fotográfico que muestra a las claras que, efectivamente, el poder mundial ya hacía de las suyas en los oscuros años setenta.

Una fuente muy confiable nos dijo una vez que Camps sentía cierta estima por María Estela Martínez de Perón, dejándonos la duda de si Camps era o no peronista. Quizás nunca lo sabremos con certeza, aunque hay indicios. En "El Poder..." deja entrever que, tanto en el último gobierno peronista como durante los albores del liberal Proceso de Reorganización Nacional, quienes manejaron la situación fueron unos pocos financistas y comunicadores que giraban en torno a Graiver. Y de la familia Graiver, salía una inobjetable proyección internacional. Allí, según las pruebas reunidas en dicha obra, se controló la política nacional desde 1971 hasta 1977. De acuerdo a lo que dicta la realidad, ese mismo poder de las finanzas se extiende desde 1977 hasta el 2009.


SOBRE "PAPEL PRENSA"

Hace unos días, apenas, salió en los medios que el impresentable secretario de Comercio Interior kirchnerista, Guillermo Mario Moreno, en una reunión que hizo el 14 de septiembre de 2009 con representantes estatales del directorio de Papel Prensa (empresa que fabrica el papel de 170 diarios del país, entre ellos "Clarín" y "La Nación"), los intimó para que el Estado Nacional controle totalmente a la firma, mantiendo de tal forma el monopolio del papel y, por ende, el control para que salgan o no los diarios del país. Un periódico adepto, por ejemplo, recibiría fondos para seguir editando sus ejemplares, sino no. A raíz de esta actitud digna de la democracia liberal-marxista, la composición accionaria al 2009 de Papel Prensa es la que sigue:

1) "Clarín" posee un 37%.

2) "Estado Nacional" tiene un 27,46%.

3) "La Nación S.A." tiene un 22,49%.

4) "Cimeco S.A." (del Grupo Clarín) participa del 12%.

5) Accionistas terceros se ubican en un 1,05% de las acciones.

Imagen del 2 de noviembre de 1979: el liberal general Jorge Rafael Videla brinda con la actual presidente del Grupo Clarín, en la "inauguración" de Papel Prensa S.A. Para controlar el monopolio, la dictadura militar fue explícita: o 'tapan' la represión y los desaparecidos, o los principales diario argentinos no tendrán el control de Papel Prensa. Infame.

Pero veamos quiénes tenían el control de Papel Prensa, de acuerdo a la obra "El Poder en la Sombra" del extinto general Ramón Juan Camps:

"Una parte importante del capital de los Graiver había sido invertida en medios de comunicación, a pesar de que el buen olfato financiero de los dirigentes del grupo [Graiver] sabía perfectamente que ese ramo no era ni seguro, ni rentable. Este interés por influir en la opinión pública, demostrado por un "holding" que exteriormente parecía apolítico, y las grandes sumas invertidas en ese sector económico, fueron una de las pautas que nos indicaron que detrás de los negocios había intenciones de otro tipo. Los Graiver trataron de dominar todo el sector periodístico comprando las acciones de Papel Prensa, industria madre destinada a abastecer a la mayor parte de los diarios argentinos".

Y luego, en la parte donde desglosa una por una las firmas participantes del grupo financiero sionista Graiver, dice (página 233):

"PAPEL PRENSA S.A.:

Se trata de una fábrica de papel de diario ubicada en el pueblo de San Pedro, provincia de Buenos Aires. Existía en esa empresa una participación estatal. En el año 1973 compraron las acciones del ingeniero Rey y del señor César Doretti. Esta compra fue realizada por David para Galería Da Vinci S.A. Luego estas acciones se suscriben y se prestan al señor Rafael Ianover. David Graiver, a título personal, suscribe acciones. El 2 de noviembre de 1979 se vende a los diarios "La Razón", "Clarín" y "La Nación", que integran una sociedad llamada Papel S.A. Como intermediario en la operación participa el señor Guillermo Gainza Paz y hace el remate de la misma el doctor Miguel Anchorena quien habría sugerido que debía venderse a los diarios, pues de esta forma sería aprobada la operación por el Estado".

Lo que omite decir Camps (y es razonable, pues era funcionario del proceso militar) era que cuando ese 2 de noviembre de 1979 Papel Prensa pasa a los principales diarios del país, los militares lo hacían con una condición insoslayable: que "Clarín", "La Nación" y "La Razón" iban a tener el control de semejante empresa pero si en sus publicaciones tapaban la represión y los desaparecidos. Caso contrario, ninguno de esos diarios (cual amenaza del funcionario kirchnerista Moreno) tendría acciones en Papel Prensa S.A. Por ende, un siniestro pacto de mentira y sangre hubo para que, al día de hoy, el Grupo Clarín sea el principal accionista de Papel Prensa, seguido muy de cerca por La Nación S.A.

Luego, hay otra verdad: para 1973, año en que el grupo Graiver se hace cargo de Papel Prensa, David Graiver ya tenía lazos firmes con la organización marxista Montoneros, a la que le manejaba sus finanzas. En 1974 se produce el fenomenal secuestro y posterior pago de 60.000.000 de dólares de los hermanos Born. Como correspondía, David Graiver manejó ese exorbitante dinero. Como buen especulador hebreo, con parte de esos 60 millones habrá reequipado y engrandecido Papel Prensa. Luego de la dudosa ¿muerte? de David Graiver en México, los jerarcas militares del último gobierno militar presionaron a la familia Graiver para que entregara la firma. Es decir, el terrible negociado suscrito el 2 de noviembre de 1979 se hizo con parte del dinero del secuestro de los hermanos Born de 1974. Un fiel ejemplo de lo que es la sinarquía internacional y, por ende, el Imperialismo Internacional del Dinero, según la encíclica papal de Pío XI (1939).


LA SINARQUIA INTERNACIONAL, EN PALABRAS DE CAMPS

Al intentar explicar para quién jugaba David Graiver, si para la delincuencia subversiva marxista o para los capitales financieron más villanos, esto argumentaba un aparentemente esclarecido Ramón Juan Alberto Camps:

"Las vinculaciones y ramificaciones del imperio espurio que formó el grupo Graiver exceden la capacidad de asombro del investigador más escéptico. Personas aparentemente intachables, de supuestos antecedentes valiosos, profesionales, empresarios, personas de orígenes sociales distintos, aparecen salpicadas, cuando no inmersas, en el lodazal de la corrupción, de mentiras y de fraudes que fue el "modus operandi" de David Graiver y su grupo.


El agente cubano y delincuente marxista Ernesto "che" Guevara Lynch de la Serna bebiendo una imperialista Coca-Cola. Seguro que al pueblo cubano le hacía tomar agua.

Una perspectiva que enfoque el problema desde un punto de vista ético puede explicar muchas conductas, presentándolas como graves falencias en la formación de la personalidad moral de los miembros del clan. El apetito desordenado e incontrolado por el dinero y por el poder que aquél trae aparejado en una sociedad regida por el materialismo, explica sin duda, algunas claves del caso Graiver. Pero la concupiscencia de dinero es solo uno de los anzuelos que permitieron a David reclutar cómplices, ingenuos, socios, personas influyentes. (...)

Importantes grupos financieros estuvieron directamente implicados en la gestación de los grandes movimientos revolucionarios modernos. La burguesía parisina, por ejemplo, apoyó la Revolución Francesa, y los consorcios de banqueros internacionales financiaron y apoyaron a Lenín en 1917. Por lo tanto no debe extrañar que en la Argentina, desde antes de 1973, hubo grupos económicos que apoyaron y fomentaron la subversión. Con el caso Graiver queda demostrado que entre la subversión marxista y algunos financistas hubo conexiones y coincidencia de intereses. Investigar los alcances de la participación de estas personas en la obra de disolución nacional que emprendió David Graiver (junto con Gelbard, Broner, Rubinstein, Rotemberg, Timerman), va a convertirse en una necesidad para esclarecer y purificar la convivencia entre los argentinos". Nos sacamos el sombrero por esta impecable claridad.

Y por si esto fuera poco, en "El Poder en la Sombra", cuya tercera edición es de 1983, Camps se anticipa casi 3 décadas a lo que hoy devino la subversión marxista, esto es, como internacional totalmente aceptada en el marco del sistema capitalista liberal de la usura. Además, critica severamente a las propias FF.AA., quienes por cobardía no encararon el aniquilamiento de las finanzas especuladoras y destructoras de la Patria:

"Estas guerras [contra el marxismo] no las comienza nunca el antimarxismo. La jugada inicial la hace siempre el marxismo. Por lo general, cuando las fuerzas nacionales se lanzan a la lucha los acontecimientos han llegado a un punto tal que se pelea simplemente para evitar que a uno lo maten o asesinen a su familia, sin tiempo para esclarecer en la población y los combatientes los valores trascendentales que están en juego. En la década del '70 los terroristas pasaron en la Argentina de la lucha ideológica al enfrentamiento armado, pero creo que ya aprendieron la lección. En la del '80 van a actuar en el campo político, eludiendo el enfrentamiento con las Fuerzas Armadas. La infiltración política no se va a dirigir a un solo partido; van a tratar de entrar en todos los que puedan servir a sus objetivos, y también en las organizaciones sociales, culturales y educacionales. Se van a empeñar en seducir a toda la población. Van a hacer todo lo posible para evitar cualquier salida que no sirva a sus fines. Es tiempo que erijamos contra esta invasión una doctrina sólida, verdadera e integradora de todos los valores que nos son queridos y por los que peleamos". Y acá viene la crítica a los militares traidores que no supieron encarar la lucha contra el marxismo internacional, que ahora domina con ayuda del capital financiero mundial: "En el '76 la lucha se emprendió principalmente en el campo armado. Hubo algunos esfuerzos hechos para detener la infiltración en política y educación. Yo fui uno de los que intentaron medirse con la todopoderosa subversión económica, que al fin fue la que consiguió malograr todo el esfuerzo realizado (...).

En 1976 se inició una política económica que no solo se desentendía de la lucha antisubversiva, sino que incluso permitió que el materialismo descontrolado actuara en la práctica como aliado de la subversión. No se puede subordinar la lucha contra la subversión a la política económica. Esto lo afirmé en el '76 y lo reafirmo ahora. Las cosas deben ser al revés: la política económica debe auxiliar a la doctrina que opondremos a los nuevos intentos subversivos. Yo no puedo pelear contra los terroristas mientras los especuladores hacen cerrar fábricas".

Señores, el general Ramón Juan Alberto Camps con esto último, ¿no despotrica contra la economía ultraliberal del delincuente traidor José Alfredo "joe" Martínez de Hoz? ¿Camps fue un esclarecido al que cipayos como Jorge Rafael Videla, el masón Emilio Eduardo Massera o su 'hermano' Guillermo Suárez Mason no lo escucharon? ¿Fue peronista el general Camps?

jueves, 8 de octubre de 2009

ALDO RICO: LA HISTORIA DE UN TRAIDOR AL EX CORONEL SEINELDIN

Una imagen de tiempos recientes: el traidor Aldo Rico, de chaleco verde amarronado y pantalones ligeramente claros, posa en un acto proselitista junto al delincuente subversivo marxista y hebreo kirchnerista Carlos Kunkel. El ex coronel Seineldín tenía razón: Rico hizo política y se prostituyó.

Cuando el 2 de septiembre próximo pasado asistíamos al velatorio del ex coronel Mohamed Alí Seineldín, algunos curiosos se preguntaban si entre los presentes podría estar el teniente coronel (R) Aldo Rico. Entre las respuestas que se pudieron escuchar, una sonaba como la más clara y acertada: no, Rico no va a estar presente porque traicionó al ilustre muerto. De eso se trata, pues, este posteo, de dilucidar algunos momentos y comentarios que permitan demostrar aquél distanciamiento entre Seineldín y Rico, entre el soldado y el insubordinado.

Al parecer, Aldo Rico defeccionó cuando el gobierno del gramsciano masón Raúl Ricardo Alfonsín Foulkes ya estaba llegando a su fin. Entre diciembre de 1987 y enero de 1988, ya había rumores concretos sobre el "Segundo Operativo Dignidad" que se llevaría a cabo a traves de la figura del teniente coronel Aldo Rico, aunque todavía no se definía el lugar donde el levantamiento tendría lugar. La exigencia de esta acción era la remoción del entonces jefe del Ejército, el liberal general José Dante Caridi, y poner en su lugar a algún general de la línea nacionalista de la fuerza.

Aunque sería tedioso mencionarlo, la administración alfonsinista se vio sumamente preocupada por esta reacción de los "carapintadas", por lo que movilizó rápidamente los oficios de un oscurísimo personaje hoy devenido en intocable empresario y miembro de la masonería: su Ministro del Interior, Enrique Carlos "coti" Nosiglia.

En efecto, Nosiglia bien puede decirse que mantuvo contactos con Aldo Rico a través de una serie de personajes de dobles apellidos que pivoteaban entre el rugby y los servicios de inteligencia militares. Pongamos, para ello, la referencia que nos brinda la obra "El Coti", de los periodistas Darío Gallo y Gonzalo Álvarez Guerrero (páginas 207 y 208):

"La cadena de contactos [de Nosiglia], otra vez, provenía del rugby. O'Reilly [Rodolfo], por entonces director técnico de Los Pumas, tenía entre sus amistades a Alfredo "Bambi" Soares Gache, subsecretario de Deportes en la ciudad, medio scrum y militante coordinador. Soares Gache, a su vez, era muy amigo de otro rugbier, Eduardo Fernández Gil, hijo de Guillermo Fernández Gil, ex funcionario del Proceso y suerte de operador civil de los carapintadas. Los eslabones se fueron enlazando hasta el Coti". ¿Qué le dijo Enrique Nosiglia a los señores antes nombrados, en una reunión secreta que mantuvieron a comienzos de 1988? Lo siguiente: "Bueno, podemos reunirnos, pero tiene que ser en la más absoluta reserva. No debe trascender de ninguna manera que estoy negociando con Rico".

El primer encuentro se hizo el 3 de enero de 1988, en Punta del Este, en la casa de Rodolfo O' Reilly, sin resultados. El segundo encuentro tuvo lugar el domingo 10 de enero de 1988, oportunidad en la que Nosiglia expresó que "Alfonsín está dispuesto a conversar con ustedes si Rico se tranquiliza". Al parecer, se estudió esta alternativa, no sin antes establecer un tercer encuentro que jamás se concretó: iba a tener lugar el día 14 de enero de 1988.

El "Segundo Operativo Dignidad" se desencadenó el 13 de enero. Aldo Rico, que estaba detenido bajo arresto domiciliario en una quinta llamada "Los Fresnos", de Bella Vista, provincia de Buenos Aires, logra escapar del cerco que le tendieron allí efectivos del Regimiento N°8 de Tanques de Magdalena y un millar de otros soldados. Esta huída se debió a que la quinta "Los Fresnos" era propiedad de un tal Salvador Lentini, yerno del ex funcionario del proceso militar de 1976, Guillermo Fernández Gil.

Aldo Rico, clandestino, se mantuvo dos días sin ser capturado; en ese brevísimo lapso, tomó una avioneta en Don Torcuato y rumbeó hacia Monte Caseros, provincia de Corrientes. "Desde el cuartel correntino -señala el libro "El Coti"- lanzó un radiograma anunciando su decisión de continuar con el interrumpido "Operativo Dignidad". Pero su plan pronto comenzó a hacer agua".

Ocurrió que este alzamiento militar no tuvo las adhesiones esperadas, al tiempo que Rico consideró trascendental el no poder contar con un oficial de alta graduación (un general, tal vez) para romper con la pirámide jerárquica del ejército impregnado de ideas liberales. Hay estimaciones que señalan que los 'carapintadas' querían contar con la presencia del entonces coronel Mohamed Alí Seineldín, quien declinó ser parte de este levantamiento militar.

Finalmente, el 18 de enero de 1988, Aldo Rico se rindió, "después de escuchar muy pocos tiros".


BUNGE & BORN, EL GENERAL AUEL, RICO Y NOSIGLIA

Antes del día 18, que es cuando Rico se rinde, los 'carapintadas' que lo seguían barajaron como posible reemplazo del general Caridi en la jefatura del Ejército, el nombre del general Heriberto Auel, quien, no obstante, desechó tal ofrecimiento para colaborar "desde las sombras". Hay quienes comentaban en esos días, que Auel fue el apellido que el Ministro del Interior Nosiglia le tiró a Raúl Ricardo Alfonsín cuando las papas quemaban, o sea, en medio de las acciones de Monte Caseros.

Luego de un mes de terminada la rebelión, el 18 de febrero de 1988 eran sometidos a un interrogatorio en el Congreso Nacional, Enrique "coti" Nosiglia y José Horacio Jaunarena (Ministro de Defensa de Alfonsín), para que den explicaciones sobre los rumores de contactos que mantuvieron con Aldo Rico y sus acólitos. El presidente de la Cámara de Diputados, Juan Carlos Pugliese, le cedió la palabra al entonces diputado justicialista Roberto Digón (hombre del forajido José Luis Manzano), quien expresó: "Quisiera preguntarles a los señores ministros si tienen conocimiento de que el señor general Auel sobrevoló con un avión particular la zona de Monte Caseros. Y quisiera saber si los señores ministros están en condiciones de informar qué misión cumplía el general, ya que ese avión salido de Ezeiza es un Lear-Jet matrícula LVL06 perteneciente a la empresa Bunge & Born". Y luego continuó: "Ese avión habría sido facilitado al general Auel por el señor José María Menéndez, empleado de Bunge & Born".

Para clarificar un poco, diremos que José María Menéndez, efectivamente, era empleado de la firma Bunge & Born, además de ser muy amigo de Guillermo Fernández Gil (vocero y operador civil de Rico). El tema estaba en que, no solamente Enrique Carlos "coti" Nosiglia, funcionario de Alfonsín, había mantenido contactos con un general con fluídos contactos con los 'carapintadas', sino que también estaba Nosiglia en permanente conocimiento de que en ese entramado de conexiones había importantes hombres del PJ renovador que, en breve tiempo, pondría a Carlos Saúl Menem como presidente de la Nación. De hecho, José María Menéndez era muy amigo de Luis Barrionuevo, de Jorge Triaca y del mismísimo teniente coronel Aldo Rico... Y, aparte de todo esto, un coloso como el conglomerado Bunge & Born, se tiraba en contra de la UCR (Unión Cívica Radical) gobernante. Se entiende, de este modo, por qué Mohamed Alí Seineldín no quiso ser parte del levantamiento de Monte Caseros.


EL DIALOGO DEL ROMPIMIENTO RICO-SEINELDIN

Para no hacer extenso este posteo que, creemos, reviste cierto interés para entender por qué dos veteranos de Malvinas nunca más se cruzaron ni se dirigieron la palabra, transcribiremos la parte en que se da el rompimiento definitivo de Aldo Rico para con el movimiento 'carapintada' del Ejército Argentino por traidor. Dice así:

"Aquél vínculo indirecto entre Rico y Nosiglia le valió al teniente coronel, años después, la expulsión del movimiento carapintada. Si entre 1987 y 1990 Rico y Seineldín se habían asociado para construir un polo rebelde en el Ejército, cuando el líder de las revueltas de Semana Santa y Monte Caseros comenzó su actividad política fue violentamente removido del movimiento, que quedó bajo el liderazgo monolítico de Seineldín.

Clarín reconstruyó un diálogo sucedido en abril de 1990, en las oficinas de Seineldín en Belgrano.

Seineldín: ¿Por qué usted, que es comandante del Ejército nacional, hace política partidaria?

Rico: No tengo que dar explicaciones.

Seineldín: ¿Por qué se reunió con el montonero Galimberti y con el socialdemócrata Nosiglia?

Rico: No tengo que dar explicaciones.

No le hizo una tercera pregunta. Ya era suficiente. Con tales amistades, alcanzaba para declarar a Rico "enemigo de la patria". Lo insultó y lo echó de la oficina".

jueves, 1 de octubre de 2009

UN DISCURSO DEL AGENTE INTERNACIONAL CARLOS SAUL MENEM, OFICIALIZANDO LA ENTREGA DE LA PATRIA



El eje de la polémica de estos últimos años, parece girar solamente en torno a las desastrozas medidas gubernamentales que toma la administración Kirchner-Fernández Wilhelm, quedando un siniestro margen de silencio para otras etapas tan funestas como la presente. Y para hablar en concreto, nos referimos a lo que fue el menemato.

Como alguna vez lo hemos expuesto, Carlos Saúl Menem fue el 'padrino' de todos los políticos que hoy, sean kirchneristas, progresistas o macristas, detentan el poder. Funcionario menemista fue Horacio Rodríquez Larreta (jefe de Gabinete de Mauricio Macri); funcionario menemista fue Felipe Solá (ex Gobernador bonaerense de Néstor Carlos Kirchner); funcionario menemista fue Alberto Ángel Fernández (ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner); funcionario menemista fue el propio ex presidente Néstor Carlos Kirchner; funcionario menemista fue Eduardo Alberto Duhalde (ex presidente de la Nación); y la lista sería interminable.

Todos ellos -más los que no han sido colocados en la enumeración-, avalaron los terribles 10 años de menemismo ultraliberal, entreguista e infame. Buscando en los archivos, dimos con un lamentable pero real discurso que dio el entonces presidente Carlos Saúl Menem en su primera visita a la Casa Blanca, en Wahington DC., el 14 de noviembre de 1991. Era presidente de los Estados Unidos era el masón y racista de linaje hebreo George Herbert Walker Bush (más conocido como George Bush padre), el mismo que en 1990 preparó "una auténtica campaña de mentiras y engaños para poder realizar la guerra contra Irak. En aquel momento, el Congreso norteamericano estaba dividido acerca de la necesidad de la guerra. A fin de ganarse a la opinión pública, y por lo tanto definir a favor de la votación en el Congreso -señala Walter Graziano en la obra "Hitler ganó la guerra"-, el padre de Bush decidió televisar a todo el mundo el testimonio de una joven iraquí llamada Nayirah que, llorando ante las cámaras televisivas y legislativas, aseguraba que los soldados iraquíes que invadieron Kuwait habían producido la muerte de 312 bebés al sacarlos de las incubadoras de un hospital para dejarlos morir de frío en el piso helado. Dijo que lo presenció (...) En marzo de 1991 se reveló que la niña de 15 años no había estado en Kuwait en ese momento sino en Washington DC, no se llamaba Nayirah y era nada menos que la hija del embajador de Kuwait en Naciones Unidas".

Veamos el patético discurso del agente internacional Carlos Saúl Menem de 1991, donde hace mención de la entrada de Argentina al nuevo orden mundial, y donde propiciaba "una economía libre", llena de "privatizaciones". ¿Recordará el delincuente Néstor Carlos Kirchner que tanto él como Menem llevaron adelante la privatización (entrega) de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) siguiendo las pautas de George H. W. Bush en su "Iniciativa para las Américas", del que Menem hace mención?:


“Señor presidente, señoras y señores, hermanas y hermanos de América:

Muchas gracias por sus cálidas palabras de bienvenida.

Quiero expresar mi honda satisfacción al encontrarme nuevamente en este gran país, cuyas instituciones y valores fueron y son ejemplo de la libertad y la dignidad humanas.

Lo hago, además, con la satisfacción de haber recorrido un largo trecho en el camino transformador que mi gobierno se ha fijado.

Mucho más nos queda por hacer en la Argentina. Muchas son las expectativas no satisfechas. Muchos los problemas.

Sin embargo, con esfuerzo, firmeza y decisión, estamos logrando remontar la cuesta de la decadencia.

Con libertades civiles. Con libertades económicas. Con una prensa libre de inédita amplitud.

Después de dos años de ardua tarea de cambio, la mayoría del pueblo argentino acaba de ratificarnos su apoyo, en las recientes elecciones.

Es un respaldo al gobierno. Al rumbo económico. Y también a una nueva forma de inserción mundial.

Nuestra convicción es, hoy, más firme que nunca.

Para seguir adelante con la reforma del Estado. Las privatizaciones. La apertura comercial. El estímulo a la inversión extranjera. La desregulación. Y el regreso de capitales argentinos.

La Argentina también está decidida a continuar con un papel activo en defensa de la paz y la seguridad internacionales, apoyando por todos los medios a nuestro alcance las iniciativas de las Naciones Unidas.

A principios de este año, una distante región del mundo estaba en crisis. Enfrentábamos graves riesgos en el Golfo, con posibles consecuencias para todo el planeta.

En el marco de lo decidido por las Naciones Unidas, el gran esfuerzo de los Estados Unidos y sus aliados logró detener la agresión y restaurar la vigencia del derecho internacional.

Participamos en esa gesta y nos sentimos orgullosos de ello.

Algunos meses después, fue usted mismo, señor presidente, quien tomó la iniciativa de proponer unilateralmente una significativa reducción de arsenales nucleares.

Medio Oriente parecía, desde tiempos remotos, una región donde sucumbían y se frustraban todas las expectativas de una paz justa y duradera.

Hace unos días, inauguró usted una conferencia que ha renovado las esperanzas de un diálogo constructivo en la región, al convocar a una misma mesa negociadora adversarios hasta ayer irreconciliables.

Se trata de un formidable camino recorrido. Insisto: un formidable camino. Se está generando un nuevo orden internacional basado en la paz, en la justicia, en la razón.

La Argentina va a estar entre sus artífices.

Por eso mismo, reconocemos hoy nuestras vastas coincidencias con los Estados Unidos. Por ejemplo, en el común designio de lograr la restauración del régimen democrático en la República de Haití.

Por eso confiamos en la integración. Procuramos consolidar el Mercosur con nuestros hermanos regionales. Y también procuramos aunar nuestros esfuerzos, para que fructifique la ambiciosa “Iniciativa para las Américas” que usted, señor presidente, concibió y enunció el año pasado.

Con Brasil hemos firmado un acuerdo para el uso exclusivamente pacífico de la energía nuclear y estamos en vísperas de concluir un acuerdo de salvaguardias con la organización internacional de energía atómica.

También con Brasil y Chile, y la ulterior adhesión de Uruguay, Paraguay y Bolivia, nos hemos comprometido a no producir ni adquirir, almacenar o transferir armas químicas o biológicas, descartando cualquier uso de las mismas.

Hemos adherido al régimen de control de la tecnología misilística, conocido por su sigla, MTCR.

Se renuevan los sueños proféticos de Whitman, entrelazados con las ilusiones de una sola y gran América, que enunciaron Darío, Martí y Sarmiento.

Para ello será necesario que en todos y cada uno de los países de nuestra América se encuentren en plena vigencia la democracia representativa, el total respeto a los derechos humanos y una economía libre.

Repito, en todos los países del continente, sin exclusiones de ninguna naturaleza.

Señor presidente:

Traigo el mensaje de una Nación que se está mirando a sí misma.

El mensaje es muy simple: la Nación Argentina encara con seriedad su inserción en el nuevo orden internacional. Está segura de lograrla porque asume la democracia representativa, respeta los derechos humanos y practica una economía libre.

Confía en que la Comunidad Económica Europea y el mundo desarrollado, no persistirán en viejas rutinas proteccionistas, que atentan contra la esperanza de un futuro mejor.

Confía en que podamos cooperar estrechamente para –y cito sus propias palabras, mi querido presidente y amigo- “eliminar los subsidios que distorsionan el comercio”.

Confía en que logremos traducir ciertas declaraciones políticas en resultados concretos, dejando lugar a mercados cuya transparencia recompense a los productos eficientes.

Confía en la democracia constitucional más antigua del mundo.

Confía en los Estados Unidos y sus dirigentes, que durante 1991 han asumido con madurez, imaginación y encomiable mesura sus responsabilidades ante la comunidad internacional.

Señor presidente: estoy realmente emocionado con este recibimiento. Descuento que nuestra estadía será no sólo placentera, sino también muy provechosa. Le agradezco su cordialidad y su hospitalidad.

Estoy seguro que haremos un excelente trabajo.

God bless you, Mr. Presidente. God bless your country. And God bless our America.

Muchas gracias”.