sábado, 22 de octubre de 2011

UN VERDADERO AMIGO: KHADAFY (NOTA DE PATRICIO MAGUIRE, 1982)

Yasser Arafat y Muammar Khadafy. Resistencia nacionalista del islamismo antimasón y antisionista.


Cuando el país de los gangsters, Estados Unidos, con quien en mala hora los ingenuos y/o capaces que nos gobernaron, habían firmado tratados de ayuda mutua, y que mentirosamente anunciaron desde hace siglo y medio nos protegían con su “doctrina Monroe”; cuando la Europa decadente, prostituida y homosexual, constituida en servidora de los intereses de los gangsters de la OTAN, se prosternó, con la excepción de Irlanda y de Italia, ante los paranoicos histerismos de la menopáusica Thatcher y su reina en ruleros y baby-doll con su amante de los bajos fondos del Soho; cuando España, la madre patria bajo el yugo de un Borbón incapaz de lavar la afrenta de Gibraltar y sólo anhelante de convertirse en el más servil de los países de la OTAN; cuando países del Tercer Mundo, pero aún colonias financieras de sus ex metrópolis votaban a favor del imperialismo anglosajón en el Consejo de Seguridad y en la OEA; cuando países hermanos de sangre, de idioma y religión como Chile y Colombia traicionaban la causa de Indo-hispanoamérica; cuando Israel especulando con un futuro de sometimiento del país a la política sionista nos vendía a buen precio sus armas; cuando sólo contábamos con la adhesión, con las excepciones señaladas, de nuestros hermanos de América latina, un gobernante que surge con volumen de verdadero estadista, aunque su país sea limitadamente poblado, nos ofreció y envió las armas más modernas de su arsenal, incluyendo los famosos Exocet, en forma totalmente gratuita. No quería un centavo.

Sabía que luchábamos por la libertad, por la dignidad, por la independencia. La verdadera libertad que está tanto o más lejana del brutal capitalismo que del marxismo.

Muhammar El Khadaffi merecerá para siempre el respeto de los argentinos. Una calle de nuestra metrópoli merece perpetuar su nombre y el de su país. ¿Por qué no se cambia el nombre de Sarmiento, que vendió el país a Chile, y justificó la usurpación británica de las Malvinas, por el nombre de este estadista bienhechor y desinteresado?

El corrupto mundo occidental, especialmente Estados Unidos e Inglaterra, quieren hacer creer que Libia y Khadaffi constituyen un peligro para el mundo “occidental y cristiano”. Aseguran que fomenta los movimientos guerrilleros. Que es terrorista. Todo lo cual no es otra cosa que un tejido de mentiras y patrañas para desviar la atención de los verdaderos fomentadores de la guerrilla y del terrorismo: la CIA y el Intelligence Service que necesitan de esos métodos para desestabilizar a los gobiernos que no se les sometan o que pretendan mantener un mínimo grado de dignidad. Y el aliado de éstos, Menahem Beguin, el máximo guerrillero de todos los tiempos, cuya obra La rebelión constituye el libro de cabecera de todos los guerrilleros y por ello le otorgaron el premio Nobel de la Paz.

Arremeten Reagan y sus acólitos contra Khadaffi. Pero nada dicen, por ejemplo, del superdemocrático gobierno de Suecia, que ha incluido en su presupuesto una partida de cuatrocientos millones de coronas (cien millones de dólares) anuales para subvencionar los movimientos guerrilleros de todo el mundo, incluidos los de nuestro país. Nada dicen de la subvención del gobierno sueco a los refugiados guerrilleros en su país, con seiscientos dólares mensuales, vivienda privilegiada, obra social con vacaciones pagas de un mes por año, etcétera. ¿Por qué Reagan y la Thatcher no se refieren a esto? Simplemente porque Suecia integra el complejo supercapitalista y sus subvenciones son para los elementos desestabilizadores al servicio de la CIA.

Naturalmente que esta actitud de Khadaffi ha disgustado a ciertos factores de poder criollos que definitivamente juegan para el supercapitalismo como el diario La Prensa, que en uno de sus seudos editoriales se indignó por la donación de Libia, y por el reconocimiento que los comandos de las tres armas habrían hecho a Khadaffi. Lamentablemente uno de esos comandos, cediendo a la presión de La Prensa se apresuró a desmentir que hubiera hecho el homenaje. Lo que hubiera correspondido era ratificar el homenaje y resaltarlo ante la opinión pública. Porque la gratitud hacia quien desinteresadamente nos ofreció ayuda hace a la dignidad de la Nación, al honor militar y al de todos los argentinos.

También se quiere hacer creer, por medio de la prensa orquestada por los gangsters, que el régimen de Khadaffi es marxista. Nada más alejado de la verdad, salvo que Dios y Alá se hayan hecho marxistas, o el marxismo se haya convertido en una religión. Khadaffi es quizás el gobernante más religioso del mundo, después del Santo Padre. Impone el cumplimiento de los deberes religiosos. Es decir que es esencialmente antimarxista. Eso sí, ante la agresión de que es objeto en forma constante y por los medios más diversos por los gangsters, Libia ha debido buscar su salida comercial por el lado del bloque comunista. Exactamente igual que la Argentina, que durante el gobierno antimarxista y depredador del “Proceso”, encontró el mejor cliente de sus productos y los precios más convenientes en el mundo comunista.

Es inconcebible que las autoridades argentinas no hayan otorgado la ciudadanía honoraria a Khadaffi y condecorado con la Orden del libertador general San Martín.

Khadaffi ha cumplido una notable obra de gobernante: vive en medio de una modestia increíble, dedicando todas las riquezas del país a levantar espiritual y económicamente a su pueblo, habiéndolo transformado en pocos años.

Khadaffi logró todo ello previa supresión de la masonería y demás organizaciones rotarias, etcétera, destinadas a mantenerlo en la sumisión de los imperialismos. Tampoco funciona el partido comunista.

Todo argentino de bien está obligado a agradecer el noble y desinteresado gesto de este verdadero amigo.



Fuente: Revista “Informaciones sobre Masonería y otras sociedades secretas”, N° 8, Año II, 1982, Páginas 4, 5 y 6.

NOTAS

Sin lugar a dudas, un nuevo mártir ha surgido en aquellos países hoy acosados por la violencia del Nuevo Orden Mundial sinárquico: el coronel Muammar Khadafy. Hecho con el poder en 1969, a través de un golpe militar, este hombre de la milicia dio un duro cimbronazo al clan petrolero-financiero mundial cuando nacionalizó el petróleo que la riqueza natural de su suelo posee.


El mártir Muammar Khadafy rodeado de sus asesinos, sicarios del Nuevo Orden Mundial. Fue ultimado en su pueblo natal, Sirte.


El petróleo libio fue descubierto en 1959, y durante una década fue usufructuado por empresas internacionales, básicamente inglesas. Hasta la irrupción de Khadafy, Libia era un país pobre y sus ciudades tenían grandes proporciones de habitantes con problemas de desnutrición. Estatizado el petróleo, hubo un auge en la República Islámica de Libia. La Enciclopedia Hispánica (1991), así lo grafica:

“Los ingresos derivados de la explotación del petróleo han permitido al gobierno libio desarrollar planes de bienestar social que, en determinados campos, han mejorado considerablemente las condiciones de vida del pueblo libio. Una extensa red de hospitales y centros de salud suministra cuidados sanitarios gratuitos a toda la población. (…) El problema de la desnutrición, antes muy extendido, ha sido eliminado.”

No fue la Libia de Khadafy intolerante con el tema de los cultos religiosos. Referencia la misma fuente: “La religión practicada por la inmensa mayoría de los libios es el islamismo; una minoría de la población profesa el cristianismo. El estado garantiza la libertad religiosa”. Y, celosa guardiana de las prácticas ancestrales, el régimen ya depuesto tenía una “vida cultural (que giraba) en torno a las tradiciones populares; a menudo se celebraban festivales de música y danza. La música tradicional es típicamente árabe, basada en la combinación de flautas y tambores. (…) El gobierno ofrece ayudas para el mantenimiento y desarrollo de las artes y el folclore en general”.

Por si caben dudas de la fuente utilizada, diremos que la Enciclopedia Hispánica es la rama española de la mundialmente famosa Enciclopedia Británica (mejor conocida como Encyclopedia Britannica Publichers, Inc.). Nunca fueron aliados, que se sepa, los británicos y los libios, salvo cuando en 2003 Khadafy decidió suspender el plan nuclear de su país.

Ahora asoma en Libia el germen de la guerra civil, alentada desde el exterior con delirio y cinismo. Ahora viene la entrada irrefrenable de la “Libertad”, de esa “diosa” que desde 1789 viene endulzando los oídos de los crédulos sin que, en la práctica, se vean sus magnánimos prometidos resultados. Únicamente habrá Libertad cuando también cobre nuevos bríos el vocablo Igualdad. Por eso, no sabemos hasta qué punto es viable la frase de José de San Martín cuando dijo “seamos libres, que lo demás no importa”. La libertad puede derivar, sin marcos que la equilibren, en un libertinaje ruin y terriblemente sanguinario. Solamente aceptan la “Libertad” sin “Igualdad” los especuladores capitalistas y liberales de nuestra era, para quienes no habría límite alguno (se está en plena y absoluta libertad) a la hora de generar ganancias desmedidas, intolerantes y despiadadas.


SUNNI COMO SADDAM HUSSEIN

El Diccionario Enciclopédico que en 1999 sacaron conjuntamente Editorial Planeta y el liberal periódico “La Nación”, arguye que la República de Libia tenía como religión al islamismo sunnita (un 97% de la población lo era). A partir del martirio de Khadafy, se importarán las sectas de todo tipo, se ultimarán las enseñanzas islámicas, y se las reemplazará por la herejía y el ateísmo dirigidos por y desde las usinas donde operan los más fanáticos sociólogos, psiquiatras y tecnócratas de la globalización.

Como hombres que se resguardan bajo los títulos insobornables del patriotismo y el honor, tanto Muammar Khadafy como el ex presidente de Irak, Saddam Hussein (otro islamita sunni), fueron muertos poniendo en empeño sus palabras. El primero había dicho, mientras resistía, que iba a pelear hasta el final, y así fue. Hussein dijo lo mismo en reiteradas oportunidades.


Otro mártir del Panarabismo: Saddam Hussein al-Tikrit. Los traidores no quisieron mostrar sus rostros.



En abril de 2005, al ser interrogado por el agente sionista Donald Rumsfeld en la prisión donde las FF.AA. de Estados Unidos lo tenían secuestrado, cerca del ruinoso Aeropuerto de Bagdad, Saddam Hussein le manifestó: “No estoy buscando una forma de salvar mi cuello del patíbulo que ustedes han preparado para todos en Irak. Si yo lo hubiese querido, habría aceptado la oferta rusa y habría salvado a mis hijos y nietos del martirio. No sé que ha sucedido con mi familia, mis hijas y nietos. Pero, créame, estoy más preocupado por cada ciudadano iraquí y el futuro del gran Irak que de mi familia y de mí mismo”. Estas palabras tienen la fuerza del valiente, del orgullo; Saddam Hussein y Muammar Khadafy son los últimos dos caballeros que el mundo podrá apreciar por siglos.

Afianzados a sus más primitivos apegos y creencias, allí donde nacen las primeras impresiones que acompañan a todo ser humano en el tránsito de la vida, Hussein y Khadafy, ya clandestinos y matreros, son capturados en sus ciudades natales, todo un símbolo de fidelidad y sujeción a la tierra de la niñez. Tikrit y Sirte vieron la humillación de estos dos mártires del Islamismo antisionista y antimasónico…pero no huyeron, no escaparon, no emplearon los contactos diplomáticos para refugiarse en países ajenos a la hecatombe, o ya comprados por el apabullante dinero del poder mundial. Prefirieron dar el ejemplo y morir de pie, pese al aquelarre que ambos padecieron ante las cámaras, ante los verdugos, ante la gritería extasiada por el servicio prestado al extranjero ladrón.

Saddam Hussein al-Tikrit fue llevado al patíbulo por encapuchados traidores que vieron su final; Hussein muere con un ejemplar del Corán en la mano, y con recio semblante. Era diciembre de 2006. Y el 20 de octubre de 2011, un video de celular muestra a un agonizante y totalmente empapado en sangre Muammar Khadafy, en medio de subversivos que se contentan con haber dado muerte al nacionalista que impidió el saqueo del petróleo libio y que engrandeció a la república durante décadas.



Que la humanidad en su sano juicio de vivas a estos dos nuevos mártires, verdaderos hombres de honor que no trepidaron ante el invasor y que fueron masacrados en plena resistencia y combate. Quizás un día se los reivindique para los tiempos de los tiempos.

lunes, 17 de octubre de 2011

TABARE VAZQUEZ, ESE MASON QUE NO QUEREMOS VER




En la página 33 de El Gobierno Universal (1946), escrita por Justo Pacífico, pueden avistarse algunas similitudes entre el Socialismo/Comunismo con la Masonería, expresando que ambas llegan a cometer su fin con la implantación de un gobierno universal. Éste se concreta con actores más o menos conocidos, que son los mismos que, en último término, han manejado y dominan la alta finanza, el marxismo y las graduaciones máximas de la internacional masónica, en especial a aquellas logias donde no tienen acceso los “gentiles”. Hasta aquí, nada nuevo.

La Masonería tiene un inequívoco carácter ‘Internacional’, y así actúa en consecuencia. Los masones son ‘Hermanos’ por antonomasia, constituyendo el planeta Tierra, para ellos, un único país que está dividido en ‘Orientes’ y éstos, a su vez, en jurisdicciones que terminan en sus respectivas ‘Logias’ o ‘Talleres’. Un número mínimo de 7 masones ya puede ser considerado como ‘Logia’. Cada estadio tiene sus Consejos, sus Ritos y sus Grados, éstos últimos los cuales varían de acuerdo a los anteriores (Ritos). Dentro de este sistema diabólico –Satán es Inspirador y Jefe de Derecho de la Masonería, sugiere el Padre Meurín en su documentada obra La Simbología de la Masonería-, se ubica un progresista, el hoy ex presidente de la República Oriental del Uruguay, Tabaré Vázquez.

Fue iniciado Vázquez en el año 1987 en la Gran Logia de la Masonería del Uruguay. Allí, cultivó la amistad con un dirigente colorado (el miserable general Fructuoso Rivera y el degollador general Venancio Flores fueron hombres del Partido Colorado durante el siglo XIX) llamado Oscar Magurno, el cual lo acompañó durante buena parte de su mandato como presidente uruguayo.

Magurno
“es un hombre polifacético: está vinculado al deporte a través del Club Nacional de Fútbol y de Welcome, a la política a través del Partido Colorado, a la actividad empresarial y médica a través de la Asociación Española, es integrante de la Masonería y además buen amigo de los representantes de la comunidad religiosa liderada por el Reverendo Moon…”, afirma Fernando Amado en En Penumbras. La Masonería Uruguaya (1973-2008).

No fueron azarosas las palabras vertidas últimamente por Vázquez cuando afirmó que estaba decidido a emprender acciones bélicas contra Argentina por la pastera “Botnia”. En 2006, a dos años de iniciado su mandato presidencial, de los 16 generales que revistaban en el Ejército del Uruguay, diez eran masones. En último término, todo el generalato, masónico y no masón, había asumido su compromiso de actuar bajo el ala y ayuda del criminal de Guerra, George W. Bush.


“El diario El Observador en su edición del 31 de marzo de 2007 afirmaba: “Fuentes militares dijeron que desde que asumió este gobierno [el de Tabaré Vázquez] es impresionante la cantidad de militares que pidieron ingreso a la Masonería, claramente como un intento por lograr mejores promociones en su profesión”, se lee en la obra de Fernando Amado. El mismo periódico agregaba que “de alguna forma, esa idea fue alentada luego [de] que varios coroneles masones ascendieran a generales, y [de] que generales masones fueron puestos por Tabaré Vázquez al frente de la Aviación, la Marina y, en su momento, del Ejército”.

Manchadas bajo el signo de la masonería, las FF.AA. están condenadas, desde el vamos, a su más absoluta disolución, sea aquí, en Uruguay o en Camerún. Los criterios que sobre la materia manejan los socialistas y los logiados son casi idénticos. El socialista argentino Gregorio Pinto, expresó el 1° de mayo de 1908 un discurso encendidamente antimilitar y antinacionalista: “El militarismo que defiende la Patria: ese baldón de ignominia sustentado por la soldadesca bajo el pendón azul y blanco del que nosotros renegamos y maldecimos. Nosotros tenemos otro emblema, el rojo, que por la violencia y la lucha que sintetiza, ha de redimir al mundo”. Al compararlo con distintas opiniones de masones declarados, notaremos que nos hablan de su rechazo a las instituciones militares. Para botón de muestra, valga lo dicho por el masón francés Dupont: “Cuando los clericales dicen que nosotros no queremos ni gobierno, ni ejército, ni religión, dicen la verdad”.

Para poder menguar la influencia de la internacional a la cual pertenece, Tabaré Vázquez cada vez que intentó acercarse a la Iglesia Católica uruguaya lo hizo escudándose en su esposa, ferviente católica, al igual que su hijo, un ex seminarista. Igualmente, nada puede quitarle a Vázquez el hecho de saberse masón. Él puede tener lazos y lealtades con ‘hermanos’ tales como Jacques Chirac o como John Kerry (ex candidato a presidente de los EE.UU., miembro de la logia Skull & Bones de la Universidad de Yale).

Prototipo del político sudamericano hijo del Nuevo Orden Mundial, Vázquez calza perfectamente bien dentro de los cánones con que se maneja el Estado Moderno, engendro que, tal como lo sostiene el sabio Padre Leonardo Castellani, nace de la siguiente marcha dialéctica:

TESIS: “Monarquía Absolutista, Jacobo 1° y Luis XIV”;

ANTITESIS: “el Estado Liberal o sea el democratismo de Rousseau [padre ideológico de la masónica Revolución Francesa de 1789, agregamos], que en el fondo es anarquía y que como reacción al “derecho divino” de los Reyes negó hasta el Derecho natural de los individuos. El comentario histórico de esta doctrina es la Revolución Francesa – en lo que tuvo de Revolución…”;

SINTESIS: “el Estado Despótico. Es una síntesis, como hemos dicho, de tiranía y anarquía. De tiranía porque ignora el derecho natural y pasa por encima de la persona humana. Ejemplos: el monopolio de la enseñanza, la inflación de la moneda, la ley de herencia, la mentira como instrumento de gobierno, el fraude electoral, el estado comerciante, la suspensión de todas las normas jurídicas que protegen los bienes, la libertad y la vida de las personas. El particular, sobre todo si es pobre, está enteramente desarmado frente al monstruo; y no es protegido ni siquiera por la religión establecida, la cual muchas veces pacta con el monstruo, para evitar mayores males. (?)”. Estas palabras las esbozó Castellani en noviembre de 1973… ¿Le suenan? ¿Estado kirchnerista, año 2003-2011? Un adelantado, nuestro religioso olvidado.

EL FESTEJO VERNACULO: ¿NADIE SABIA NADA?

Cotejando que Tabaré Vázquez resulta, por ende, una marioneta de molde calcado de estos tiempos de panópticos y sinarquistas, surgido, por otra parte, en una etapa en la que abunda la pusilanimidad política, no debe resultar extraño el fervor que despertó su triunfo eleccionario de octubre de 2004.

Con letras catástrofes, el título del diario “Crónica” (de Buenos Aires) del 1° de noviembre de 2004, fue:
“NADIE SE PERDIO LA FIESTA POR HISTORICO TRIUNFO DE IZQUIERDA”. Y allí aparecía una foto de Tabaré Vázquez y su esposa asomados en el balcón del montevideano Hotel Presidente, saludando a la militancia del Frente Amplio. ¿Histórico triunfo de la izquierda uruguaya? ¿Acaso no sabían que las izquierdas tienen un lugar privilegiado –y asegurado- en la repartija de gobiernos que el capitalismo internacional les proporciona? Esta realidad es más notoria desde 1945.

En un apartado, el mismo periódico argentino intitulaba:
“Satisfacción en el Gobierno Argentino”. Veamos la alegría que manifestaban los políticos kirchneristas por la “histórica” asunción del masón Tabaré Vázquez en Uruguay:

“El Gobierno argentino recibió con “satisfacción” el histórico triunfo alcanzado en Uruguay por el líder del Frente Amplio, Tabaré Vázquez. La evolución del escrutinio uruguayo fue seguido por el presidente Néstor Kirchner desde la localidad santacruceña de El Calafate, en compañía de su esposa, la senadora Cristina Fernández, y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, precisaron las fuentes.

En el seno del Ejecutivo Nacional existe la “certeza” de que la llegada al poder del centroizquierdista Vázquez optimizará los vínculos entre la Argentina y el Uruguay, además de que “potenciará” la presencia del vecino país a nivel regional. La predilección de Kirchner por el médico oncólogo electo fue en el transcurrir del tiempo un secreto a voces en el seno del Gobierno y así quedó ratificado en el último encuentro que mantuvieron en la Casa Rosada. De cualquier manera, el Jefe de Estado en todo momento se movió con prudencia y evitó exteriorizar su punto de vista para guardar las formas, de igual manera que lo hizo cuando fue plebiscitado el gobierno de Hugo Chávez, en Venezuela. Sólo el canciller Rafael Bielsa se animó a superar ese límite de prudencia en declaraciones periodísticas que llegaron a valer una queja del gobierno del Uruguay. Según las fuentes, el Gobierno argentino y la futura gestión uruguaya “ya vienen proyectando acciones comunes”, pensándolas ad referéndum del resultado que se produjo ayer.”


¿Ningún kirchnerista traidor recuerda estos sucesos y actitudes? De resultas, ahora todos se hacen los estúpidos y no quieren reconocer que Tabaré Vázquez es de izquierda (un comentario similar, se le oyó decir al dúplice periodista Osvaldo Barone, de “6,7,8”, quien se salía de la vaina por argumentar que Vázquez es “de supuesta izquierda”). Pero más doloroso aún le resulta a la clase política local, el tener que admitir, una vez más, que un político de izquierda habla “cara a cara” con un ultraliberal y ‘halcón’ como George W. Bush, ex presidente del imperialismo al cual las izquierdas dicen “combatir”… Y no se trató de cualquier charla: el izquierdoso oriental le fue a pedir ayuda o asesoramiento militar ante un posible conflicto armado contra la Argentina. Una bicoca…

En marzo de 2005, el gobierno de izquierda de Tabaré Vázquez “decretó el primer tarifazo de su breve gestión incrementando en más del 9 por ciento el costo de la electricidad y abriendo las puertas para aumentar el 8 por ciento los combustibles”, redactaba “Crónica” el 1° de abril de aquel año. ¡Ahí estaban los Tupamaros aumentando las tarifas al pueblo uruguayo! ¡Bravo!

El tema “Botnia” es apenas un caso que ha visto la luz, la superficie, y que delata la profunda connivencia económica y política de fines que tienen las izquierdas y derechas entre sí. Es cuando reluce, imparable, la Tercera Posición doctrinaria practicada por el teniente general Juan Domingo Perón.

Para redondear que la izquierda es una trampa dialéctica para evitar el surgimiento de auténticas naciones soberanas, válido es transcribir lo que el 6 de noviembre de 2004 afirmaba el analista político y ex director de “The Buenos Aires Herald”, James Neilson:
“Aunque muchos militantes del Frente Amplio, en especial los de origen tupamaro, no pueden sino fantasear con gestos épicos –dejar de pagar la deuda pública, por ejemplo-, los más saben que una vez pasado el momento de euforia tendrían que convivir con las consecuencias nada gloriosas de su rebelión contra el orden establecido. Por eso, en el transcurso de su campaña proselitista Vázquez hizo hincapié en su moderación y su sentido de la responsabilidad. El suyo, promete, será un gobierno respetuoso de los mercados…”.

Cuando murió (¿o fue ultimado?) Néstor Carlos Kirchner, ese mismo 27 de octubre de 2010 recibió salutaciones póstumas de la Masonería de Rumania. El anuncio, decía: “El día 27 de octubre de 2010 queda en la historia de la nación como un día de luto para un entero país y un entero continente. El paso al Eterno Oriente de Su Excelencia Néstor Carlos Kirchner, Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas y ex Presidente de la República Argentina, despierta en los Hermanos argentinos sentimientos que Néstor Kirchner ha sembrado en el espíritu de la Argentina después de la crisis social y económica que esta nación pasó a principios del siglo 21”. Como aclarábamos al inicio, entre ‘hermanos’ se protegen, se cuidan. Nadie nunca había dicho que Néstor Kirchner también era masón como el belicista Tabaré Vázquez. Ambos dos, sabían perfectamente bien quiénes eran y cómo pensaban. Ahora viene la “sorpresa”: ¡Vázquez “no era de izquierda”!, alegan para la turbamulta.

Y, mientras, la tribuna parcialísima del programa “6,7,8”, y los frustrantes panelistas de “Duro de Domar”, aplauden como monigotes…