lunes, 25 de febrero de 2013

CÓMO ERA EL EJERCITO MONTONERO (PARTE I)

En abril y junio de 2010, dimos cuenta de algunas impresiones sobre esta temática referida a los Ejércitos que tuvieron las organizaciones marxistas encaramadas en la subversión –Montoneros y ERP- (http://ciriaco-cuitinio-vuelve.blogspot.com.ar/2010/04/subversivos-marxistas-inocentes-jovenes.html y http://ciriaco-cuitinio-vuelve.blogspot.com.ar/2010_06_01_archive.html), tesis que abre los ojos sobre un aspecto que da por tierra con el “idealismo” de sus componentes, puesto que no jugaban a la paz sino a la guerra y el crimen. Ahora, en esta oportunidad, volvemos al meollo de la cuestión para seguir ahondando sobre la estructuración y el armamento que sus propias fábricas elaboraban para matar argentinos –civiles, obreros y militares-, más que nada en lo que concierne al Ejército Montonero.

Basándonos en información proveniente de las publicaciones de Montoneros, pudimos dar con valiosos detalles sobre el Estado Mayor de su ejército, sobre los roles que cumplían cada uno de sus miembros y cómo y cuándo se sucedieron los relevos en sus jerarquías.


EL EJERCITO MONTONERO A PARTIR DE 1976


Repasando un poco la criminal historia del ejército que desarrolló la Organización Montoneros, hallamos que a finales de 1976 ya se nombraban al Ejército Montonero y a las Milicias Montoneras como estructuras que comenzaban a tener vida propia. [1]

Así, pues, en una conferencia dada por la Secretaría Militar del Partido Montonero, se desarrollaron temas concernientes a “la política de armamentos de Montoneros y las armas que fabricamos”, sostienen los terroristas marxistas en octubre de 1976.

Dispuestos, como estaban, a continuar con una guerra que alentaron desde 1970, y que no dudaron en llevar a sus extremos aún entre 1973 y 1976 –cuando gobernó el Nacional Justicialismo-, en la etapa posterior al golpe de Estado del 24 de marzo ya habían perfeccionado su aparato militar de tal forma, que habían desarrollado grandiosas estructuras orgánicas capaces de enfrentar a las FF.AA. argentinas. Decían en “Evita Montonera” de octubre de 1976, que Montoneros estaba dispuesto a “realizar una guerra de desgaste, eludiendo los enfrentamientos decisivos, hostigando y obligando a dispersarse al enemigo y contragolpeando en su centro de gravedad (…) tantas veces como sea posible (Ejército Montonero, Milicias Montoneras y operaciones especiales)”

El Partido Montonero contaba entonces con fuerzas irregulares a las que denominó Milicias Montoneras, dedicadas a participar ‘en la superficie’, esto es, en protestas callejeras de la clase obrera y del pueblo, como también en conflictos contra las patronales dentro de las fábricas y contra las patronales de empresas ligadas a la oligarquía y los monopolios. Las Milicias Montoneras estaban llamadas a “organizar en todo el país la CGT en la Resistencia e impulsar organismos de masas análogos en los demás frentes”, acción que podía compartir con las estructuras del Ejército Montonero en general.

Entre las funciones del Ejército Montonero, el mismo era definido por los subversivos como la organización de las fuerzas regulares que operan, a su vez, “como “formación reagrupable” (fuerza regular en el ataque e irregular en la aproximación y retirada)”, mientras que las Milicias Montoneras se estructuran en base a las agrupaciones políticas, se instruyen como fuerza irregular y operan como tales.

Por supuesto, que esta lucha no la hicieron los Montoneros en nombre del patriotismo, sino en nombre de la internacional comunista en su variable socialista, tal como lo demuestra la siguiente cita:

“Enfrentamos esta contradicción destacando el hecho de que, objetivamente, la transformación de nuestra organización en Partido Revolucionario y la estructuración del peronismo obrero y popular en un Movimiento Montonero con una estrategia de guerra integral y una propuesta socialista, constituyen el punto más alto y más históricamente coherente con la experiencia peronista.”

E incluso, se saben infiltrados dentro del Movimiento Nacional Justicialista, cuando esgrimen: “Fundamentamos la construcción del Partido en un análisis histórico del Movimiento peronista y de nuestra propia experiencia como organización desarrollada en el seno del Movimiento peronista…”. [2]  Más crudamente, los terroristas marxistas ya hablaban del “agotamiento” del Movimiento Peronista. Citemos, para ello, las siguientes líneas:

“El peronismo fue el pueblo organizado políticamente, porque sus políticas eran adecuadas a los intereses de los sectores populares que congregaba. En el “Evita” número 13 y en el “Montonero” número 11, hemos planteado las razones por las cuales consideramos que el Movimiento Peronista se ha agotado. Anteriormente luego del 1° de Mayo de 1974, habíamos planteado que el Peronismo entraba en una crisis de transformación. Esto quería decir que el Peronismo o superaba sus topes ideológicos, organizativos y metodológicos o dejaba de ser una propuesta política útil para satisfacer las aspiraciones e intereses de los sectores que lo componían.” (Citado en Evita Montonera, N° 14, de Octubre 1976, página 13)

Nótese, a lo antedicho, que el terrorismo subversivo planteaba, o bien la “superación” de la doctrina peronista, o sino, su desviación ideológica, organizativa y metodológica, es decir, su lisa y llana subversión. Dos etapas o procesos para un mismo fin: la destrucción del Nacional Justicialismo como tal. [3]


ROL DEL MILICIANO MONTONERO



Entre las tareas que debía cumplir el miliciano montonero estaban la de desgastarmasificar yorganizar, y tenían un lema: “No irse a dormir sin haber realizado la acción del día contra el enemigo”. Aplicaban rigurosos métodos y formas de lucha para lograr aquellas “ventajas materiales” (o intereses concretos) que regían a los hombres del pueblo.

Las Milicias Montoneras debían detectar policías y militares, buscar y ordenar sitios donde guardar armas y municiones, y planificar “formas de hacer propaganda”. Esto en cuanto a las acciones defensivas. Respecto a las acciones ofensivas del miliciano, hallamos: incesante empleo de métodos de propaganda, como por ejemplo obleas, pintadas, “boletines telefónicos”, volantes y “cadenas de rumores”, entre otros. Por estar en contacto con las armas de fuego, el miliciano oficiaba como ‘protector’ de los militantes y sectores populares en las manifestaciones, en las tareas de ‘superficie’ y hasta en los lugares de trabajo. Pero no solo eso; también debían dar aviso “a los compañeros cuando son vigilados o han sido allanadas sus viviendas, etc.”.

Las acciones que efectuaban las Milicias Montoneras tenían características paramilitares militares, contándose entre ellas “sabotaje a la producción, sabotaje a la administración pública; expropiación de recursos (comestibles, ropa) en las grandes concentraciones de estos elementos (grandes mayoristas, supermercados); destrucción de las constancias de deudas (casas de créditos, ventas de terrenos o viviendas a plazos, boletas de luz, agua, etc.), ataques contra bienes del enemigo; ataque contra personal enemigo (botones de fábrica); acciones de propaganda armada (desfiles en ferias, etc.)”. Como vemos, la subversión marxista planteaba las reglas de juego en términos de una guerra declarada, planificada y sostenida en el tiempo.

En ese año de 1976, tanto el Ejército Montonero como las Milicias Montoneras se comprometían a llevar a cabo una Campaña Nacional Militar contra el liberal Proceso de Reorganización Nacional bajo la conducción de la Secretaría Militar del Partido Montonero. Por lo tanto, el miliciano montonero recibía instrucción militar mínima o básica y clases para el correcto manejo de armas cortas y largas. Un minucioso Parte estaba obligado a llenar el miliciano cada vez que actuaba en un hecho de guerra, recolectando datos que luego debía llevar a su respectivo Secretario Militar; esos datos correspondían a:

  • Zona
  • Composición del personal por Grados. Armamentos o Recursos.
  • Fecha de la operación
  • Descripción del terreno (breve)
  • Blanco atacado (descripción del enemigo)
  • Misión y tareas de los compañeros en la operación
  • Resultados de la operación
  • Respuesta del enemigo en el lugar
  • Propaganda en el lugar
  • Bajas propias en el lugar
  • Copias del material de propaganda en el lugar
  • Descripción de otras acciones de propaganda. Volantes, Recortes.
  • Informes de fuentes propias
  • Evaluación de la operación

Dos objetivos centrales cumplían las Milicias Montoneras, uno que consistía en la permanente incorporación de hombres y mujeres del Movimiento Montonero a la milicia, “al efecto de aumentar incesantemente el número de los que enfrentan con la violencia popular a la violencia injusta del enemigo”. El segundo objetivo enunciaba una guerra global sobre el enemigo para dispersarlo y permitir, de ese modo, el ser abatido con mucha más facilidad “por las fuerzas del Ejército Montonero”. Dicen que las Milicias Montoneras “se asemejan más a una fuerza guerrillera” que al concepto clásico de Milicias.

Esas Milicias Montoneras tenían dependencia directa de la Secretaría Nacional del Partido Montonero, mientras que el Ejército Montonero estaba sujeto a la Secretaría Militar del Partido Montonero [4], sin rendir cuentas al secretariado nacional. Por ende, se desprende que las Milicias tenían una estructura menos rígida y menos pesada en sus movimientos que la del Ejército.


FABRICA DE ARMAS MILITARES “JOSE SABINO NAVARRO”



Aunque los cuadros militares de la subversión tuvieron su propia Fábrica de Armas o Arsenal, al que dieron en llamar “José Sabino Navarro”, antes es preciso señalar que el Partido Montonero tenía 3 formas de abastecerse de armamentos: a través de lo que ellos llamaban recuperación expropiación (meros robos de armas a policías, gendarmes o militares asesinados o hurtados); por medio de la fabricación, o sino a través de las compras (hubo cargamentos de municiones y armamentos que por 1974 y 1975 provinieron de buques ingleses que amarraban en las costas argentinas).

Definían a la expropiación, como el método necesario para construir la propia fuerza y para “destruir la moral del enemigo”. En cambio, la fabricación –punto que aquí nos interesa- significaba “demostrar el grado de organización alcanzado. Un combatiente que empuña un arma producida por la propia fuerza le da un valor mucho más alto que a un arma comprada o aún expropiada”.

Propias fuentes del terrorismo marxista daban cuenta del desarrollo armamentístico alcanzado por elEjército Montonero, el cual, para fines de 1976, investigaba, desarrollaba y producía su propio arsenal. Especifican que la primera arma que produjeron fue la Granada SFM-4, a comienzos de 1974 y de forma clandestina, y que desde allí “Nuestra granada de mano demostró en centenares de combates su confiabilidad”. Y en “Evita Montonera”, agregaban estos hoy reconvertidos paladines de los DD.HH.: “Es necesario aún producir miles de armas para nuestro Ejército y Milicias y generar condiciones de continuidad en el Movimiento y en las masas para la fabricación”. [5]

En un somero listado de las armas que salieron de la Fábrica de Armas Montoneras “José Sabino Navarro”, podemos nombrar a:

Granada SFM-4: granada de mano cuyas siglas querían significar Servicio de Fabricaciones Militares, y era el modelo número 4 de este tipo de armas.

  • TIPO DE ARMA: Arma individual. Granada de mano ofensiva-defensiva. (Esto es, puede usarse sin o con metralla respectivamente) si lleva la espiral de fragmentación. Tiene 115 gr. de amonita aluminizada y un retardo mínimo de 4 segundos.
  • USO TACTICO: Combate a corta distancia. Golpes de mano. Defensa personal. Hostigamiento, etc. Alcance medio 30 mts.


SFM-Tromba: tromblón lanzagranadas para escopeta de repetición BATAAN – 71. Las siglas querían decir Servicio de Fabricaciones Militares.

  • TIPO DE ARMA: Accesorio para escopeta que permite alcanzar la granada de mano SFM-4 con mayor precisión y a mayor distancia. Alcance 80 m.
  • USO TACTICO: Combates a corta y media distancia, hostigamientos, etc.


SFM-ET 1: Servicio de Fabricaciones Militares-Espoleta de Tracción modelo 1.

  • TIPO DE ARMA: Espoleta accionada por tracción para la preparación de trampas explosivas. Se usa para activar la cantidad de explosivo deseada en diversas situaciones ocultándola y activándola el enemigo por movimientos habituales del mismo (apertura de puertas, arranque de vehículos, etc.)
  • USO TACTICO: Uso especial en todo tipo de trampas explosivas, como medios de combate o constituyendo operaciones de por sí.


SFM LG-22 MP: Servicio de Fabricaciones Militares. Lanzagranadas de 22 mm. Multipropósito.

  • TIPO DE ARMA: Es un arma individual que puede ser usada también en equipo con servidor a fin de aumentar la cadencia de fuego. Permite lanzar todos los tipos de granadas para FAL en uso en el Ejército enemigo, además de las de fabriación propia.
  • USO TACTICO: Depende del tipo de granada que se use, pues puede ser desde un arma antitanque a corta distancia, hasta, en hostigamiento a larga distancia. Se especifica más abajo con cada granada.


SFM/G-70 A: Servicio de Fabricaciones Militares. Granada de Fusil de 70 mm. Serie A.

  • TIPO DE ARMA: Granada perforante de bajo explosivo con capacidad perforante limitada. Se debe disparar con nuestro lanzagranadas. Puede dispararse con FAL provisto de tromblón.
  • USO TACTICO: Ataques a vehículos (patrulleros, blindados livianos, como carros de asalto, blindados de bancos, etc.) Ataques a posiciones no fortificadas del enemigo (mampostería común). Protecciones.


SFM/G 70 B: Servicio de Fabricaciones Militares. Granada de fusil de 70 mm. Serie B.

  • TIPO DE ARMA: ídem SFM/G 70 A.
  • USO TACTICO: Antitanque. Ataques a posiciones fortificadas: hormigón, gruesos blindajes.


SFM/G 40 DP: Servicio de Fabricaciones Militares. Granada de Fusil de 40 mm. doble propósito.

  • TIPO DE ARMA: Granada de alto explosivo, de mediana capacidad de perforación y fragmentación de acero. Se debe disparar con nuestro lanzagranadas. Puede dispararse con FAL provisto de tromblón.
  • USO TACTICO: Es de destacar el gran alcance de la granada. Ataques a vehículos. Hostigamiento produciendo bajas por metralla a despliegues enemigos (pinzas, rastrillos, formaciones, actos, etc.). Protecciones.


Hacia noviembre de 1976, se sabe que la Fábrica de Armas Militares “José Sabino Navarro” del Ejército Montonero contaba con 26 locales o unidades desde donde producía sus armas y municiones, lo que nos habla de un formidable despliegue militar de Montoneros. Un año más tarde, el Ejército Montonero hasta contaba con un Sector Producciones del Departamento Logística, que era la parte que se encargaba de diagramar y perfeccionar las armas del ejército subversivo.

Por 1977, fueron prolíficas las impresiones de Manuales o Cartillas en donde se enseñaba a fabricar bombas incendiarias, a manejar ametralladoras y pistolas, a fabricar granadas y a hacer orden cerrado y demás posiciones de desfile y adiestramiento militar. De las que se tiene noticias, recordamos el Manual de Instrucción Básica de Tiro y Portación, el Cuerpo de Manuales y Reglamentos de la Organización Político Militar Montoneros, el Manual Popular de Caños e Incendiarios, el Manual Lanzagranadas SFM/LG22-MP (editado en septiembre de 1975), etc.  


ORDENES Y TERMINOS MARCIALES



Veamos un poco cómo los delincuentes subversivos alentaban la guerra y no la paz en sus directivas internas. Superiores a las Milicias Montoneras eran los Pelotones Montoneros, que, a diferencia de las primeras, sí pertenecían orgánicamente al Ejército Montonero.

En el orden interno, las Milicias Montoneras se dividían en Compañías Milicianas o Pelotones Milicianos –indistintamente- los cuales recibían nombres de terroristas subversivos muertos en combate, aunque también había excepciones, como la Compañía Miliciana “Evita Montonera”, constituida como tal el 25 de julio de 1975 [6]. Actuaba esta compañía de las Milicias Montoneras por zonas de rancia tradición oligárquica: Vicente López, Tigre, San Isidro, San Martín y General Sarmiento.

Para la Capital Federal, en cambio, operaba militarmente la Compañía Miliciana “Gustavo Stenfer”, mientras que en Zona Sur lo hacían las Compañía Miliciana “Arturo Lewinger” [7] y la Compañía Miliciana“26 de Julio”. La Zona Oeste estaba bajo el fuego de la Compañía Miliciana “Fredi Ernst”.

En un documento interno [8] emitido por la Secretaría Militar del Partido Montonero, se enumeraban los objetivos militares que tendrían que concretar los Pelotones Montoneros. En lo preferente a las “fuerzas represivas”, se daba luz verde a “operaciones de aniquilamiento, hostigamiento y recuperación”. En la guerra abierta emprendida contra las FF.AA. legales (aunque no patriotas, en ese momento), el documento señalaba que “se podrán dirigir las siguientes operaciones:

            a) Oficiales: aniquilamiento, cualquiera sea su situación;

          b) Suboficiales y tropa: de recuperación. De aniquilamiento, sólo cuando estén en operaciones.

            Queda prohibido el ataque de aniquilamiento, aún en operaciones especiales, sobre los cadetes de las escuelas militares, salvo que dicho ataque sea el aspecto secundario de una operación cuyo centro sea otro objetivo autorizado.”

Contra las fuerzas de seguridad, en cambio, “podrán dirigirse operaciones de aniquilamiento contra policías, cualquiera sea su grado, siempre que sea personal en actividad. Se considera personal en actividad todo personal que desempeñe tareas en las FF.AA., de seguridad o cuerpos de custodia, aunque esté oficialmente retirado de su institución”.

Esta Campaña Militar estaba coordinada en el campo de batalla –las ciudades del país- por los Secretarios Militares Zonales, quienes eran los “responsables de que todas y cada una de las operaciones realizadas (…) aporten a la consolidación de los combatientes de todos los niveles”.

Antes de actuar, los integrantes de los Pelotones Montoneros debían prestar atención a los pasos a seguir para la localización y ultimación de un enemigo u objetivo, resumidos en: “aproximación, ejecución, repliegue y órdenes de fuego y movimiento y fecha y lugar de la evaluación final de la operación”.Una operación militar del Ejército Montonero se daba por finalizada cuando el personal del Pelotón Montonero pasaba por escrito el resultado obtenido de aquélla al Secretario Militar Zonal.

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[1] “Evita Montonera”, Órgano oficial del Partido Montonero, N° 14, Octubre 1976, página 2.

[2] “Evita Montonera”, Órgano oficial del Partido Montonero, Año II, N° 14, Octubre 1976, página 9.

[3] Un esbirro mediático de la subvesión en el siglo XXI es la “periodista” del programa kirchnerista “678” Sandra Russo, quien en una entrevista que le hicieron el 27 de septiembre de 2010, dijo: “Creo que, de algún modo, el kirchnerismo es algo superador del peronismo…”.

[4] El Secretario Militar del Partido Montonero y, por lo tanto, Jefe del Ejército Montonero era entonces el Comandante Horacio Mendizábal.

[5] “Evita Montonera”, Órgano oficial del Partido Montonero, Año II, N° 14, Octubre 1976, páginas 52 y 53.

[6] “Evita Montonera”, Órgano oficial del Partido Montonero, Año I, N° 6, Agosto 1975, página 6.

[7] La Compañía Miliciana “Arturo Lewinger” de las Milicias Montoneras, fue la que voló la Fragata “Santísima Trinidad” el 22 de agosto de 1975, en el muelle norte de los Astilleros “Río Santiago” de la Marina de Guerra. Hay que consignar que esta compañía miliciana fue la única que tuvo buzos tácticos que fueron entrenados y adiestrados durante largos meses antes de la salvaje operación, el cual fue considerado por los subversivos como un “acto de guerra”.

[8] A finales de 1976, la Organización Montoneros ya decía que su Ejército estaba por emprender la "Cuarta Campaña Militar" en suelo argentino.