lunes, 31 de diciembre de 2018

LA BANCA SIONISTA ROTHSCHILD SE AFIANZO CON EL GRUPO MACRI (1993)



Ruido, automovilistas histéricos y comercios desbordantes. Así se veía Buenos Aires en las vísperas de la Natividad.

-‘Esto es un loquero, estimado, pero como siempre, urge reunirnos aunque sea para cumplir con nuestro rol de vigilantes observadores, como decía uno por 1974…’.

-‘Es verdad, pero a nadie le importó esa directiva llena de sabiduría. A propósito, ¿tiene idea de cuánto sale este año el pan dulce de “Plaza Mayor”? Me han dicho que es el más rico del país’.

El otro informante lo miró azorado porque, de verdad, no sabía la respuesta con exactitud. Por eso acudieron al mozo para preguntarle. “Ochocientos pesos, señores”, fue la respuesta. –‘¿Es un precio Macri o siempre vino con pepitas de oro?’, dijo, entre risas moderadas uno de los nuestros. El mozo sonrió, dio media vuelta y atendió otros pedidos.

-‘Camarada, lo traje a esta confitería porque podemos pasar desapercibidos, mire cuánta gente que hay por llevarse el pan dulce más caro –y más rico, dicen- de la Argentina. Todos en estas épocas quieren tener una mesa digna y recordar buenos momentos, pero si pueden también van a adquirir los mejores productos que, para desgracia, no todos pueden alcanzar. Mire esta nota del ‘93’.

El otro informante de la Agencia “Ciriaco Cuitiño” esperaba, como siempre sucede, algo determinante, algo que el abundantísimo archivo papelero suele resguardar como atenuante inapelable.

-‘Un sionista de los intocables, Sir Evelyn de Rothschild, de esa banca usurera, declaraba ante un periodista, allá por agosto de 1993, que "Con el grupo Macri hemos tenido una asociación muy exitosa y con ellos hemos discutido varias veces el momento de entrar en la Argentina". ¿Se da cuenta, camarada? La Argentina, esa que alguna vez tuvo soberanía, justicia social y una política autónoma, dejó de existir hace ya muchos años. Mientras se pose en nuestra patria la Banca Rothschild, que en el pasado financió a los políticos y ejércitos unitarios atrincherados en Montevideo para resistir al brigadier Juan Manuel de Rosas, aquí jamás nos liberaremos del yugo colonialista, siempre estaremos sometidos y nunca habrá paz ni concordancia’.

Y continuó explicando: -‘¿Quiere que le relea un párrafo más de esta nota llena de oprobio? Escuche: "Nosotros [los Rothschild] tenemos un compromiso con Argentina de dar 100 millones de dólares al grupo Macri en el área industrial". Me parece que no tengo más nada que agregar, ¿no le parece?’.

La nota traída a colación era, como todo lo que publica la Agencia Informativa “Ciriaco Cuitiño”, incontestable. De hecho, los sionistas hebreos vienen pululando en nuestras tierras desde que enviaban a sus agentes financieros a ponerse a disposición, con dinero proveniente de la usura, del general Justo José de Urquiza (como ser Antonio Cuyás y Samperé, Barón de Mauá, José de Buschental, etc., etc.).

Los nuestros, situados en "Plaza Mayor", vieron esos papeles, los fotografiaron y resaltaron con rojo las partes salientes de la novedad. Luego: se saludaron, brindaron por un nuevo año en la Clandestinidad de los Libres, y se retiraron. Y a renglón seguido, se perdieron entre la multitud que nada entiende, y mucho menos comprende, las reglas de juego de la Sinarquía, que hoy vuelve al neoliberalismo (como antes fue Menem) y que ayer estuvo con la social democracia (Alfonsín y Kirchner).

Y a todo esto, los hombres grises siguen solos y esperando.


Por Mil Descamisados

viernes, 14 de diciembre de 2018

CUANDO MARIANO GRONDONA APOYABA GOLPISTAS Y OTRAS DELICIAS



Desde que en mayo de 2012 el periodista Mariano Grondona tuvo un ACV (Accidente Cerebro Vascular) que, prácticamente, lo marginó de la vida social y de los medios –lo último, de modo paulatino-, poco es lo que se ha publicado sobre su figura, y mucho menos sobre su prontuario político. Como sabemos que la memoria popular es frágil, por eso los procesos suelen repetirse una y otra y otra vez, queríamos enumerar algunos episodios en los que intervino para desgracia de nuestro país.

            Al revés del denominador que emplea el filósofo Alberto Buela sobre los periodistas, al llamarlos analfabetos locuaces, Grondona no era un analfabeto. Tenía una buena formación inscripta en el liberalismo y en los autores clásicos, y, de modo algo extraño, solía mechar entre sus columnas periodísticas su cristiana posición y creencia. Estos han sido, por lo tanto, los rasgos más salientes de su formación académica y filosófica. Pero en donde ha cometido sus máximos dislates, ha sido en el ámbito de lo político.

            Cuando a partir de 1966 se produjo el golpe de Estado del general Juan Carlos Onganía contra el gobierno constitucional de Arturo Umberto Illia, el joven Grondona se posicionó como su escribiente; él le hacía los discursos que el militar enunciaba con firmeza. Y el periodista salía a defender su gestión a capa y espada por las revistas más famosas de esa época. Una década atrás, demostró su apego a la inconstitucionalidad al enrolarse como Comando Civil al servicio de los popes de la “Revolución Libertadora” que, finalmente, habrían de asestar un golpe de Estado contra el presidente Perón en 1955. Un año antes, Grondona ya figuraba como integrante de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), nucleamiento típico de la izquierda liberal enquistada en esa casa de altos estudios desde los albores del siglo XX (1908, para ser exactos).

            Entre 1974 y el 75, Grondona fue apologista de José López Rega, el cual tuvo serios encontronazos con Alberto Brito Lima, por eso el periodista/abogado suscribió una columna en el diario “La Opinión” del judío sionista Jacobo Timerman, por febrero de 1974, en el que le sugería a Perón que le restase apoyo al CdeO (Comando de Organización), la estructura política del nombrado Brito Lima, tenaz enemiga de la marxista Organización Montoneros.  

            Aliado incondicional de cuanto golpe de Estado de signo liberal hubo en el siglo XX, Grondona apoyó la especulativa política económica de José Alfredo Martínez de Hoz, al tiempo que lisonjeó las figuras de los comandantes del Ejército que ejercieron la presidencia entre 1976 y 1983.

            Famosa y triste es su genuflexión para con los militares golpistas, como lo demuestra una columna de opinión en “El Cronista Comercial” que redactó el 13 de septiembre de 1979, con motivo de la llegada a nuestro país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH):

            “El Estado en verdad, puede violar los derechos humanos de dos modos: por abusos o por ausencias de poder. En el primer caso es el responsable directo del entuerto. En el segundo es el responsable indirecto porque admite con su pasividad que el subversivo se enseñoree del campo y administre el miedo. Desde los tiempos más antiguos la doctrina política ha aceptado que hay solamente una situación aún peor que la tiranía: la anarquía. En la anarquía no hay un tirano sino miles. Por evitarlos, por obrar de otra manera, por creer que el derecho a la seguridad es un derecho humano que el Estado debe proteger, los argentinos recibimos hoy la visita de la CIDH. Esto es lo malo. Que están aquí porque somos derechos y humanos.”

            Para cerrar con este delincuente que hoy vegeta por la vida penando por sus fechorías, existió un caso de felonía que involucró a Mariano Grondona como a la doctora Elisa Carrió.

En el año 2002, Grondona vivía en una casa ubicada sobre la calle Juez Tedín del barrio de Palermo, en Capital Federal. Al poco tiempo de consumado el latrocinio denominado “Corralito Financiero”, Elisa Carrió fue a visitar a la hermana de Eduardo Escasany para hacer una megadenuncia contra el entonces titular del Banco Galicia. Sin embargo, antes de tal reunión con Marisa Escasany, Marianito Grondona organizó en su caserón una reunión secreta –una cena- entre él, Carrió y el delincuente banquero Eduardo Escasany. ¿A los efectos de qué?

En esa comida, en un momento dado, la hermana de Eduardo Escasany contó que a la “moralista” Carrió le pusieron un paquete de dinero para evitar llevar a juicio al banquero del Galicia. Carrió, de hecho, agarró la plata y frenó todo. El disfrute posterior por tierras estadounidenses, en unas suculentas vacaciones, fue bancado por ese dinero ilegal, producto de una postura traicionera llevada a cabo en la casa del perverso Grondona.

Y adaptándose a los nuevos tiempos del nuevo orden mundial, no tuvo empacho en apoyar decididamente la sodomía del “matrimonio gay u homosexual”. Suficiente con leer su editorial del diario liberal-conservador “La Nación” del jueves 15 de julio de 2010, titulado El igualitarismo sexual.

Mariano Grondona, señores. ¿Se acuerdan de él? Nosotros, sí.


Por Puñal Mazorquero

jueves, 15 de noviembre de 2018

MONTONEROS, NORMAN BRISKI Y EL CNEL RAMÓN L. FALCON




Un frustrado ataque de índole anarquista apareció en los titulares de ayer, al conmemorarse un nuevo aniversario –109 años- del asesinato del entonces Jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), coronel Ramón Lorenzo Falcón, a manos del activista judío Simón Radowitzky. Los dos subversivos que intentaron efectuar el golpe sensacionalista tenían por misión destrozar el monumento que adorna el sepulcro de Falcón en el cementerio de La Recoleta en Buenos Aires.

            Cada tanto resurgen las, autodenominadas en la jerga marxista, células dormidas que, compuestas por pequeños individuos nucleados para perpetrar un atentado o fin ilícito, en apariencia se muestran desactivadas por largos períodos de tiempo más resurgiendo, de golpe, con una acción inesperada. El anarquismo siempre tuvo una tradición en ese aspecto a la hora de manifestar sus antivalores ideológicos, pero agregando las taras del posmodernismo disgregador, pues también adhieren sus adláteres a construcciones tales como el poliamor o el lenguaje inclusivo muy en boga entre las feministas.

            La interrelación entre el anarquismo y el marxismo proviene de larga data, más precisamente desde la realización de la Iª Internacional que logró sentar, en una misma tribuna, a los judíos Karl Marx –por el comunismo- y a Mihail Bakunin –por el anarquismo- en Londres, Inglaterra, en 1864. Ambas internacionales se adjudicaban la representación de la defensa de los trabajadores, siendo más violentos en sus metodologías los marxistas, pues los anarquistas eran de la idea de generar consensos para así, de modo menos enérgico, hacer la revolución mundial.

Los años trajeron consigo el endurecimiento de tales posturas, por lo que el anarquismo decidió jugarse por el apoliticismo (que lo llevó a su creciente marginalidad), por creer que aún los partidos políticos eran burgueses en su concepción, y los marxistas, expertos en la infiltración y la dialéctica, intentaron desde entonces ofrecer diversos tipos de tácticas para la toma del poder y la utópica instauración de la dictadura del proletariado.

            La globalización si bien confundió, y en algunos casos amalgamó, la trayectoria de ambas ideologías[1], cada una de éstas tuvo a bien resguardar el nombre de sus principales mártires o figuras. En nuestro país, Simón Radowitzky, como queda de manifiesto, es un asesino cuya impronta todavía resurge en pintadas o en acciones aisladas, trasnochadas, algo similar sucede con el italiano Severino Di Giovanni, anarquista emigrado a la Argentina y aquí fusilado el 1º de febrero de 1931 cuando las autoridades nacionales le aplicaron la pena capital.

NORMAN BRISKI, LA FUSION SUBVERSIVA

Naum Normando Brisky, más conocido por su alias de Norman Briski, ha sido un reconocido actor, hombre de cine y de teatro de origen judío que hoy tiene 80 años de edad. Muy pocos saben que también participó activamente en las filas del marxismo.

            Su fecha de ingreso a la ideología creada por Marx ocurre el 20 de abril de 1977, cuando ocupa un cargo en el Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero (MPM), en ese momento en el exilio. Y dentro de la estructura, será uno de los cuatro responsables de la Rama Profesionales, Intelectuales y Artistas del MPM[2], tocándole la Secretaría de Asuntos Internacionales.

            La permanencia de Norman Briski en el MPM se extenderá hasta 1979, año en que presenta su renuncia, decisión que comparte con Rodolfo Gabriel Galimberti, Secretario de la Rama Juvenil del MPM.    

            De todos modos, Briski nunca perdió el caudal doctrinario que lo empujó a ser parte del marxismo terrorista, y, de ello, condescendiente con algunos postulados de sus primos hermanos los anarquistas. Radowitsky fue recordado desde los cuatro costados, al igual que las denigraciones volcadas sobre la humanidad del malogrado coronel Ramón L. Falcón.

            El 7 de diciembre de 2003, y valiéndose únicamente de medios ilegales, Norman Briski –en representación de Celia Guevara de la Serna, la hermana del “Che” Guevara- junto con el historiador anarquista Osvaldo Jorge Bayer, encabezaron un acto animado por grupúsculos izquierdistas y anarquistas que procedió a ‘modificar’ el nombre de la plaza “Ramón L. Falcón” del barrio porteño de Floresta, para ‘rebautizarlo’ por el de plaza “Che Guevara”…

            La fecha de la forzosa modificación (7 de diciembre) no fue obra del azar, y tal como sucedió con el atentado fallido del día de ayer, 14 de noviembre, justo cuando se cumplía un nuevo aniversario del asesinato del coronel Falcón, fue un 7 de diciembre pero de 1934 cuando se implementó en Uruguay la Ley de Indeseables que le ocasionó a Radowitzky el tener que ir a prisión a la isla de Flores. Al ser el anarquismo una Internacional, poco interesan las particularidades -en este ejemplo, constitucionales-, que tenga cada país: Simón Radowitzky es una figura venerada en el mundo del anarquismo y está dentro de la perversa galería de prohombres de su olimpo.

            Y mientras no se sepa la historia en sus pequeños detalles, entonces seremos los argentinos los únicos sonsos y estúpidos que nos quejaremos del rebrote terrorista de los anarquistas pero aplaudiremos, o sonreiremos a lo sumo, cuando veamos a través de la pantalla una humorada de Norman Briski en alguna vieja película por el Canal Volver.


Por Puñal Mazorquero



[1] Una coincidencia fundamental es que ambas posturas son ateas.
[2] En marzo/abril de 1978, figuraban en esta Rama del MPM, aparte de Briski, los delincuentes terroristas Dr. Rodolfo Puiggrós (Primer Secretario), Dr. Holver Martínez Borelli (Secretario Adjunto) y la Dra. Sylvia Bermann (Secretaria de Organización).  

jueves, 2 de agosto de 2018

NELSON CASTRO, PRO ABORTO Y ¿MASON?




Los medios últimamente han desparramado la noticia de que el doctor y periodista Nelson Castro ha vivido de cerca el caso de una pareja que, habiéndolo ido a consultar porque no querían tener su quinto hijo, la misma había decidido ir a someterse a la práctica del aborto en un lugar que creían “seguro”, con la trágica resultante de que murió la mujer y, desde luego, el niño que iba a nacer. La opinión fue vertida por Castro a través del noticiero de Todo Noticias (TN) el 30 de julio de 2018.

            Por otra parte, ante las cámaras de televisión Castro no fue muy claro en su postura, dado que se manifestó en contra del aborto clandestino pero sí está a favor de su legalización, lo que, en último término, lo ubica a favor de la quita de una vida humana.

            Contemplemos la imagen que esta Agencia ha decidido colocar –y que está en sus archivos- donde se lo ve al Dr. Nelson Castro disertando nada más y nada menos que en el Gran Templo de la Masonería Argentina, ubicado en la calle Tte. Gral. Juan D. Perón 1242, Capital Federal. No la tenían, ¿verdad? Pero ahí lo tienen.

            Castro fue a hablar, junto a Eduardo Aliverti y Leandro Despouy, en la ‘tenida blanca’ que los masones hicieron la tarde del 21 de mayo de 2002, de acuerdo a lo que salió publicado en la revista Símbolo, Año LV, Nº 76, del bienio julio/agosto 2002. Allí conversaron sobre el genocidio armenio perpetrado por Turquía entre 1915 y 1917.

Miren, para que una persona sea invitada a participar en la tribuna de logias como la oscura Masonería, la primera condición a tener en cuenta es no emitir opiniones o posturas ideológicas que sean contrarias a sus satánicas maquinaciones, porque los masones, en su democrática actitud, no toleran ese tipo de desplantes. La historia ha demostrado, fehacientemente, que quien o quienes se oponen a la Masonería terminan muertos, exiliados o sin posibilidades de progresar en la comunidad.

¿Por qué les han dejado opinar en sus reuniones a tipos como Nelson Castro, Hugo Moyano, Julio Bárbaro, Margarita Stolbizer, Jorge Telerman, Ricardo López Murphy, Javier Castrilli, el rabino Sergio Bergman, Raúl Zaffaroni, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, Norma Morandini, Rubén Giustiniani, Julio Piumato, Susana Rinaldi y otros más? Porque todos ellos, personas, acaso, de origen y espacios políticos y sociales muy diversos entre sí, son parte de un sistema que está dirigido, no en su totalidad, por la internacional masónica. En líneas generales, todos coinciden en las grandes ideas-fuerza que originaron a esta orden secular, y por eso fueron y serán esas personalidades muy bienvenidas para emitir la opinión ‘políticamente correcta’, llena de prurito y coronada de medidos aplausos.


Y no encontramos anomalías o paradojas en el pensamiento que tienen Nelson Castro y la Masonería respecto al tema del aborto, por cuanto el hombre y la institución están a favor de su legalización. Veamos la posición de esta última, a través de lo que opina su Gran Maestre Ángel Jorge Clavero:

“La Masonería Argentina solicitó opinión a sus logias de todo el país para reflexionar en conjunto sobre los proyectos que debatirá el Congreso de la Nación sobre el aborto.

“(…) En idéntico sentido, mayoritariamente se reclama la despenalización del aborto sin entrar en colisión con el debido respeto a las diversas creencias, más allá de dogmas y fanatismos…”[1]

Que cada uno juzgue lo que le parezca. Esto que se publica es lo suficientemente claro para no perder de vista los detalles que hacen o contribuyen a la totalidad de un tema o cuestión.


Por Puñal Mazorquero


[1] CLAVERO, A. J. (2018): “La Masonería y su aporte al debate sobre el aborto” [en línea], en Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones [consultado el 02/08/18]. Disponible en: http://www.masoneria-argentina.org.ar/blog-gla/238-la-masoneria-y-su-aporte-al-debate-sobre-el-aborto

miércoles, 20 de junio de 2018

LEOPOLDO MOREAU, EL HOY KIRCHNERISTA QUE APOYO AL FMI (1984)



En una mesa lo más alejada de la puerta de entrada, ahí en el bar “Lo de Gómez”, en pleno corazón de Almagro, un informante de esta Agencia solicitó a otro que lo esperara porque traía algunos datos por demás interesantes, traídos al presente desde la desmemoria…

            Corría la gente; apurada, friolenta, casi siempre dispuesta a llegar rápido a los andenes de la estación de trenes de Once, no muy distante del boliche donde uno de los dos fervientes archivistas iba a intercambiar papeles y pareceres con el otro, y, por qué no, algún café o copetín bien fuerte para calmar el otoño con visos de invierno.

            Al encontrarse, ambos se saludaron por la permanencia de la Agencia Informativa “Ciriaco Cuitiño”, que ya lleva más de una década de denuncias, con pruebas y todo, en contra de los falsos arquetipos, de los tramoyistas de la democracia, de los que quieren la escisión territorial. Tras las palmadas, el informante recién llegado desplegó algunos recortes periodísticos del año 1984, referidos a Leopoldo Moreau. Y para poner en contexto al personaje, quien traía la información le leyó a su colega algunos datos biográficos mezclados con un tragicómico salpicón de ‘perlitas’ sobre el ex Coordinadora. Leyó, entonces:

            “A LEOPOLDO RAUL GUIDO MOREAU, nacido el 5 de noviembre de 1946, nosotros, desde la Agencia Informativa “Ciriaco Cuitiño” lo catalogamos como DELINCUENTE y ALTO E INFAME TRAIDOR A DIOS Y LA PATRIA”, empezó diciendo. Su colega, al tiempo que apuraba un sorbo de la Esperidina que se había pedido, asintió con la cabeza. El otro posó su vista en el paper, y continuó con la lectura:

            “Entre los antecedentes de este DELINCUENTE, tenemos que el 22 de agosto de 1972, al saberse de la ultimación de los 16 delincuentes subversivos que estaban detenidos en la Base Aeronaval “Almirante Zar” de Trelew, LEOPOLDO MOREAU se puso al frente de la Juventud Radical (JR) en una manifestación de varias agrupaciones juveniles y estudiantiles que ocurrió en Buenos Aires, en apoyo de los terroristas fusilados en el sur…”

            -‘Fijate vos, apoyando a los del ERP-Montoneros ajusticiados por Lanusse…’, dijo el informante que escuchaba a su colega. ‘Sí –le respondió-, pero MOREAU dio varias volteretas en su carrera política, como buen sinarca. Siga escuchando lo que traje’.

            Prosiguió leyendo: “En 1968, el TRAIDOR LEOPOLDO MOREAU fue uno de los fundadores de la Junta Coordinadora Nacional (JCN), antecesora de la temida Coordinadora Radical del masón ENRIQUE “COTI” NOSIGLIA. Sabemos que, además, MOREAU fue el primer Secretario de la JCN en la Provincia de Buenos Aires. Fue mentor, incluso, de su brazo universitario, la Franja Morada, que apoyó a forajidos como OSCAR SHUBEROFF…En la UBA se siguen acordando de él, estimado”.

            Antes de continuar leyendo el prontuario político de Leopoldo Moreau, le pidió a su colega si quería que siguiera, pues había mucha información. Le dijo que, ante el temor de que haya algún oído discreto que estuviera merodeando en “Lo de Gómez”, que vaya a lo más preciso y conmovedor, para así emprender lo más rápido posible la fuga hacia la “Libertad de los Clandestinos”, como gusta decirse en esta Agencia. En el panóptico de la posmodernidad, todo se ha vuelto un lúdico pero siniestro ‘Gran Hermano’, y no es broma.

            “Más contemporáneamente hablando –siguió leyendo-, LEOPOLDO RAUL GUIDO MOREAU se ha (re)convertido en una suerte de 'antiimperialista' del kirchnerismo, y tiene, como hemos visto, algunos antecedentes dentro de ese espectro izquierdoso de la Sinarquía. Así, por ejemplo, en 1972 ayudó a fundar el socialdemócrata Movimiento de Renovación y Cambio, el de Raúl Alfonsín, otro masón que, como abogado, defendió a subversivos del ERP y que hasta se reunió, clandestinamente, con Mario Roberto Santucho. Ahora, MOREAU despotrica contra el acuerdo del FMI que efectuó el Presidente y empresario liberal MAURICIO MACRI, pero…” E hizo una pausa larga.

–‘¿Pero qué estimado? ¿Por qué se detuvo en ese punto?’, preguntó el informante que ya, a esta altura, había terminado su Esperidina, sabroso escudero que aliviaría las brisas del viento porteño. ‘Bueno, vea esta hoja perdida que le muestro’, dijo el informante lector. Y acotó: ‘Es de cuando LEOPOLDO MOREAU apoyaba la injerencia del FMI en la política y economía de nuestro país, en 1984…”

CUANDO EL FMI NO ERA UN PROBLEMA

La fuente obtenida por nuestro informante de la Agencia “Ciriaco Cuitiño” era inobjetable. Se trata de una noticia que apareció en un periódico ¡¡alfonsinista!!, llamado Tiempo Argentino, en su edición del lunes 8 de octubre de 1984, página 6.

Allí se observa una foto de Leopoldo Moreau con un epígrafe que dice: “MOREAU. BALANCE POSITIVO”. Y el subtítulo de la nota en cuestión, reza: “DEFENSA DE LA POLITICA DE DERECHOS HUMANOS Y DEL ACUERDO CON EL FMI”… Un dato que no debe escapar al análisis de esta ‘perlita’ del Moreau pro-FMI, es que el periódico Tiempo Argentino fue un medio alfonsinista, y ese nombre fue retomado, varias décadas más tarde, para crear un diario de barricada, gratuito, del kirchnerismo. ¿Casualidades? No, causalidades. Sigamos con lo que decía este Moreau amigo del organismo de usura financiera mundial.

En el primer párrafo, queda expuesta la postura de quien hoy aborrece de las políticas macristas a favor del FMI:

“El diputado radical Leopoldo Moreau (…) sostuvo que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es “una imposición de la realidad””.

Y más adelante, agregó más ingredientes para legitimar y defender el histórico sojuzgamiento nacional a manos de la usura internacional, diciendo:

“Al hablar sobre el reciente acuerdo logrado por el actual gobierno con el FMI, Moreau indicó que fue “una imposición de la realidad”. La gente –dijo Moreau- tiene la sensación de que la negociación con el FMI implica resolver todos nuestros problemas o no solucionar ninguno de ellos”, y “eso no es así””.

-‘Mire, estimado –dijo nuestro agente al desmentir a Moreau-, este ladrón impresentable tiene bien ganado un lugar en el infierno, dado que recientemente fue de los Diputados Nacionales que votó a favor de la media sanción del asesinato del aborto, el 14 de junio de 2018 en el Congreso. Siempre dirigió sus esfuerzos en contra de los intereses argentinos. Y podríamos seguir diciendo algunas verdades más de MOREAU, como que su supervivencia durante la dictadura cívico-militar de 1976 se basó en la delación de sus propios compañeros de trabajo en el diario “La Opinión”, cuando su director era el general TEOFILO GOYRET. La dictadura arrojó cerca de un centenar de periodistas que hoy siguen desaparecidos, ¿sabrá algo MOREAU?’

Más avanzaba la noche, más calaba en los huesos el viento polar en las calles de Almagro. Nuestros informantes pagaron la cuenta y se despidieron, hasta otro encuentro, que sólo Dios sabe cuándo será. Y de ese encuentro que acababa de finalizar, quedó esta nota.



Por El Católico Descamisado    

sábado, 21 de abril de 2018

1985: CARLOS CAMPOLONGO SE VENDE A LA SIDE-UCR PARA ENSUCIAR AL GREMIALISMO PERONISTA



Abril de 2018. El secretario general de UTHGRA (gastronómicos), Luis Barrionuevo, se sentó ante las cámaras de televisión y, pletórico desde su nuevo rol de Interventor del vilipendiado Partido Justicialista (PJ), se fue en elogios para con quienes lo flanqueaban a ambos costados: Julio Bárbaro, a su izquierda, y Carlos Campolongo, a su derecha.

            Los dos recibieron palabras de enjundia por parte del viejo amigo de Enrique “Coti” Nosiglia, masón y ex Ministro de Interior de Raúl Alfonsín, verdadero propulsor de Barrionuevo, previo convenio con la jueza Servini de Cubría, para intervenir la sede de la calle Matheu, en Capital Federal.

            Y para que no queden dudas de tales plácemes, Barrionuevo les dio un cargo a cada uno. Así, Julio Bárbaro surge como Coordinador Político del PJ, mientras que Carlos Campolongo será el vocero de la intervención. Los presentes –unos cuántos- aplaudieron la medida y, hasta el momento, ven algo allanado el camino para, desde el PJ, ese eterno trampolín, lanzarse a la palestra electoral del 2019 con alguna fórmula presidencial.

            En cambio, desde la Agencia Informativa “Ciriaco Cuitiño” y el Movimiento Cívico para la Cultura Nacional, notamos, una vez más, la traición de poner a ciertos personajes de dudoso pasado a comandar el PJ, más allá, claro, de que, como decía el teniente general Juan Perón, lo más trascendente es el Movimiento Nacional Justicialista, no el partido que, ante cualquier circunstancia, puede llamarse “Unión Popular”, “FREJULI”, “FRECILINA” o “Mongo Aurelio”.

CAMPOLONGO: PERIODISTA Y POLITICO

Nacido el 13 de julio de 1947 en Buenos Aires, Carlos Manuel Campolongo se hizo conocido, principalmente, como periodista televisivo y radial en las décadas de 1970 y 1980. Fue muy conocido en los canales 9, 11 y 7 (entonces, ATC), profesión que compartió con sus estudios de abogacía y psicología, carreras que concluyó, la primera, en la Universidad del Salvador (USAL), y en la UBA, la restante.

            Aunque al regreso de la democracia liberal (1983) no estaba tan desarrollado como ahora el tema de la comunicación en una campaña política, Carlos Campolongo bien pudo haber asumido culpas cuando, siendo uno de los principales voceros del precandidato Ítalo Argentino Luder, el peronismo perdió las elecciones presidenciales ante el socialdemócrata Raúl Ricardo Alfonsín Foulkes.

            La introducción de Campolongo al peronismo no fue tan auspiciosa que digamos. Lo hizo de la mano del delincuente Carlos Grosso[1] en las postrimerías del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.

            El PJ, que ahora lo tiene como vocero, en esa época estaba por primera vez en el bando de la derrota, lleno de internas y con varias recriminaciones que terminaban en serios replanteos y diásporas entre sus filas. Carlos Campolongo sería uno de ellos, pues se replegó al ámbito periodístico. Pero igualmente se quedó deambulando en la política…

CAMPOLONGO Y EL GRUPO “B”

Raúl Alfonsín, masón iniciado en la Logia “Teodoro Herzl” Nº 402, estaba a sus anchas, y, dueño absoluto de los resortes del Estado, empezó a echar mano de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) en las proximidades de las elecciones legislativas del 3 de noviembre de 1985, el primer gran desafío que tuvo la UCR desde que había obtenido la presidencia del país.

En un documento que obra en poder de esta Agencia, que lleva por remitente “PRESIDENCIA DE LA NACION – SECRETARIA GENERAL”, damos cuenta de una lista con nombres y apellidos de reconocidos periodistas que se prestaron a recibir dinero de la SIDE para desprestigiar, con famosos “carpetazos”, a dirigentes sindicales peronistas. Veamos un poco más en detalle el documento.

            Entre esos periodistas estaba Carlos Campolongo, y otros tantos como Magdalena Ruiz Guiñazú, el finado Emilio Corbiere, Fernando Bravo, Enrique Santos Biasatti, José “Pepe” Eliaschev, una jovencísima Mónica Gutiérrez, Hugo Gambini, Germán Sopeña y varios más.

            Los nombrados fueron divididos en 4 Grupos: A, B, C y D. En el caso de Carlos Campolongo le tocó el Grupo “B”, recibiendo, por su desalmada e ilegal labor, la suma de U$S 5.000.-, una buena suma de dinero para aquellos años. De acuerdo a la letra asignada, cada Grupo recibía una remuneración diferente que, seguramente, era proporcional a la tarea que los ‘servicios’ de Inteligencia les designaban a sus miembros.

            Por ejemplo, y de acuerdo a la lectura del documento, los “voceros” del Grupo “A” recibían U$S 7500.-; los del Grupo “B” (como Campolongo), $ 5000.-; los del Grupo “C”, $ 3000.-; y, quienes estaban destinados al Grupo “D” unos $ 1000.- cada uno. En cuanto a la “FORMA DE PAGO”, el mismo se efectuaba en tres partes: “25% el 15 de octubre – 30% el 25 de octubre – 50% el 7 de noviembre” de 1983.



            Ahora, fíjense ustedes, lectores, lo que dice el archivo respecto al íntimo conocimiento que tuvieron los implicados para atacar al peronismo y a las FF.AA. en esos meses finales de 1985, en plena campaña electoral:

            “Dado que los aportes señalados se trataron en forma personal e individual, la presente información tendrá carácter reservado no emitiéndose (ilegible) comunicación al respecto.”

            Es decir, que Carlos Campolongo y todos sus colegas fueron avisados personal e individualmente de las acciones que iban a cometer con sus comentarios, notas, publicaciones, etc., para perjudicar a los gremios peronistas y a los militares, como veremos más adelante.

            Quien encabezaba y, de alguna manera, dirigía este grupo de secuaces, era el inefable Guillermo Patricio Kelly, de quien se toman las siguientes recomendaciones o recaudos:

            “Pese a las dudosas cualidades de lealtad que caracterizan a KELLY, su persona puede convertirse en un eficiente vocero en la generación de versiones y en la formulación de acusaciones que, por su naturaleza y destinatarios, es obvio no podrían hacerse a través de funcionarios gubernamentales o de miembros de la U.C.R.”

            Y, a renglón seguido, se asevera la mano de la SIDE y de la SIP (Secretaría de Información Pública) en todo este lodazal en el que estuvo involucrado el hoy vocero del PJ y harto elogiado por Barrionuevo, Carlos Campolongo:

            “Las acciones que se encomiendan a Guillermo Patricio Kelly, deberán estar perfectamente integradas dentro del “Plan General de la Campaña” [de 1985] y su coordinación y control estarán bajo directa responsabilidad de la SIDE y de la SIP, bajo supervisión del Equipo de Dirección y Coordinación.”

OBJETIVOS DE LA SIDE DE ALFONSIN

De lo primero que se debía “reunir antecedentes”, era de los “Actos delictivos de Dirigentes Sindicales Peronistas”, reza el documento. Y se especificaba que, para dar cumplimiento a dicho objetivo, “Se hará especial hincapié en aquellos dirigentes que figuran como candidatos, tales como Herminio Iglesias y Jorge Triacca (sic)”, y que “Junto con ellos deberán reactualizarse episodios todavía no clarificados judicialmente, como los casos UOM y Lorenzo Miguel, Diputado Imbelloni, etc.”.

            En la lista de enemigos a descalificar a través de la SIDE en tiempos de Alfonsín empleando a pigmeos como Campolongo, también figuraban la búsqueda de “Antecedentes varios de Personal Militar de Alta Jerarquía” y de “Antecedentes de Personas Civiles que tuvieron o mantienen relaciones con personal de las FF.AA.”.

Pero no eran zonzos los radicales, pues como “RECOMENDACIÓN ESPECIAL” emiten en el documento que había que omitir “toda referencia a probables relaciones de los acusados con el “Grupo Guglielminetti””, dado que Raúl Guglielminetti, como la Agencia Informativa “Ciriaco Cuitiño” lo publicó en una nota del 14 de marzo de 2008, “se desempeñó como agente de la SIDE, y estuvo ligado a la ultraderechista Triple A del masón y umbandista José López Rega”.

Alfonsín, sigue diciendo la nota de esta Agencia, “jamás pudo desconocer que el personaje [Guglielminetti] que lo acompañaba en alguna de sus reuniones violó los derechos humanos entre 1976 y 1983”. Raúl Guglielminetti actuó entre 1968 y 1981 en el submundo de los ‘servicios’ y el hampa, pero

“en marzo de 1983 fue nuevamente convocado a la seguridad de la Casa Rosada, permaneciendo con intermitencias hasta 1984 y 1985, cuando se lo empezaba a investigar por lo ilegal de sus actos.”

De allí, entonces, los recaudos que se piden a los contratados para no investigar al “Grupo Guglielminetti” de que hace referencia el documento de la SIDE-UCR al momento de publicar los antecedentes de aquellos civiles o militares que actuaron en la represión de los años 70.



Y en todo ese meadero estuvo implicado Carlos Campolongo, un charlatán que se tiró contra el peronismo, y que ahora dice encausar junto a otros de su misma calaña en un nuevo acto de oportunismo y traición.


Por 45 Peronistas de octubre



[1] Grosso actuó en la subversión junto a Rodolfo Galimberti y Luis Alberto Spinetta en JAEN (Juventudes Argentinas para la Emancipación Nacional), y también en la CGT de los Argentinos, donde compartió militancia con el ‘doble agente’ Horacio Verbitsky. Se relacionó a la Organización Montoneros, y, ya reciclado, fue Intendente de Capital Federal durante la presidencia del agente Carlos Saúl Menem, donde llovieron casos de estafas y corrupción (1989-1992). 

viernes, 13 de abril de 2018

GUILLERMO PATRICIO KELLY EN LAS CARTAS DE PERON




Este Guillermo Patricio Kelly se había afiliado a la por entonces Alianza de la Juventud Nacionalista en el año 1942, no teniéndose mucha información del cargo que ocupara hasta 1946 cuando, al decir de Juan Ramón Queraltó, fue expulsado de la organización que tres años antes pasó a denominarse Alianza Libertadora Nacionalista (ALN).

            Tras el apogeo del peronismo y las posteriores turbulencias que evidenció en el enfrentamiento que tuvo con la jerarquía de la Iglesia Católica argentina, en 1953 vuelve a reaparecer Kelly entrando, esta vez, a las patadas y armado con un grupo de seguidores en el local de ALN situado en avenida Corrientes y San Martín. Allí, echan por la fuerza al nombrado Queraltó, y en su lugar se coloca Kelly como jefe de la organización hasta la caída de Perón el 16 de septiembre de 1955.

            Este hecho no fue maniobra de un solitario aventurero: Para tener a sus pies la jefatura de la ALN se sirvió del ex socialista y Ministro de Interior de Perón, Ángel Borlenghi, quien en su enfrentamiento con el, ese sí, nacionalista Juan Queraltó, apoyó la atropellada de Kelly para hacerse con el máximo escalafón de ALN. El personalismo de Guillermo Patricio Kelly, lo llevó a echar mano del nombre, por eso la entidad se llamó, desde entonces, Alianza Popular Nacionalista, quitándole, con tal modificación, la esencia a la organización que, de alguna manera, ya no era “Libertadora” de nada ni de nadie.

            Con el golpe de Estado de la “Revolución Libertadora”, Kelly va a sufrir la cárcel, experimentará la fuga y, ya en un tramo de su vida donde fue muy poco visible, andará como ‘servicio’ a sueldo por algunos países de Centro y Sudamérica.

            Perón se enfurece con el dudoso andar de Kelly por el mundo, pero más aún cuando, actuando en nombre del peronismo, al que nunca sintió como su ideología, le hubo de frustrar en, por ejemplo, algunas tramitaciones que tuvieron que ver con el fallido retorno de Juan Perón a la Argentina, vía Brasil, en las postrimerías de 1964.


Volante de la Alianza Popular Nacionalista (ex ALN) en tiempos de Guillermo Patricio Kelly.

            El episodio de su frustrado regreso en el popularizado avión negro, no fue un asunto menor, pues desde entonces tomaría forma el neoperonismo, la figura de Vandor, los ‘acuerdistas’ dentro del gremialismo y, obviamente, las reprimendas hacia el interior del amplio Movimiento Nacional Justicialista por no tener, varios de sus cuadros, la sensibilidad necesaria como para interpretar infaliblemente las órdenes de Perón.

            Las cartas del período 1964/65 emitidas por Perón a todos los compañeros dispersados por el mundo son, de modo alguno, de medular importancia, porque allí va esbozando, desde su óptica de líder, quiénes flaqueaban, quiénes se mantenían leales y quiénes estaban movilizados por intereses mezquinos o egoístas.

LAS CARTAS CONTRA KELLY

Las enormes contradicciones establecidas por Guillermo Patricio Kelly mediante el periódico “Alianza” durante la primera mitad de la década de 1960, hicieron prestar atención a Perón y a sus dirigentes de segundas y terceras líneas. ¿Para quién o quiénes jugaba Kelly? Todo era un misterio digno de los que se aventuran a coquetear con las centrales de inteligencia.

            Por lo dicho, vemos cómo en una carta fechada en Madrid, España, del 20 de agosto de 1964, Juan Perón le manda una misiva general en la cual esboza algunas directivas del Comando Superior Peronista, resolviendo, en el punto 5, que

            “Dado que Guillermo Patricio Kelly con sus actitudes y la prédica hecha a través del periódico “Alianza” continúa creando confusión y perturbación con la intención de dividir al Movimiento; ratificar que el mismo no pertenece al Movimiento Peronista.”

            A renglón seguido –punto 6-, agregaba que “los compañeros peronistas que no están en la traición y que pueden haber sido confundidos en su buena fe” que abandonen “de inmediato cualquier actividad dentro de los grupos mencionados anteriormente…”, entre los cuales se hallaba el que se nucleaba entorno a la figura de Kelly y su periódico “Alianza”.[1]


            La última prueba documental del desprecio y la duda que a Perón le generaba Guillermo Patricio Kelly, lo vamos a ver en una carta que aquél le hizo llegar a Ramón Landajo desde Madrid, el 24 de marzo de 1965. O sea, casi tres meses luego del fracasado arribo de Perón a la Argentina por impedimento del presidente de la Nación, Arturo Umberto Illia, y su canciller Miguel Ángel Zavala Ortiz.

            En el segundo párrafo del documento, el ex presidente argentino le manda decir a Landajo:

            “No es menos espectacularmente ridículo el papel que han hecho los revolucionarios que, junto con el traidor de Kelly, especularon con el voto en blanco que, según ellos, pondría en evidencia la impopularidad de la conducción actual. En los guarismos han quedado a la altura de Aramburu. Esta lección ha de servirles para no seguir haciendo(se) los estúpidos por servir intereses personales cuando no los de nuestros enemigos. El camino de los peronistas es el entendimiento total de todos para alcanzar la unidad y solidaridad peronista que pueda en el futuro presentarnos con la verdadera fuerza de que disponemos para derrotar a nuestros enemigos en el campo en que la lucha se planteé, hasta tanto estemos en condiciones de imponer métodos insurreccionales capaces de arrimar soluciones definitivas y permanentes.”



            Tal como afirmaba la revista Primera Plana en su edición del 4 de febrero de 1964, “Las historias de Guillermo Patricio Kelly -57 veces preso hasta 1964- aparece llena de hechos espectaculares”, añadiendo, nosotros, que no solamente fueron “espectaculares” sino también escabrosos y casi nunca esclarecidos. De allí la desconfianza que siempre le dispensó Perón.

UNA SOLA BUENA ACCION

Lo único positivo que se puede rescatar de Kelly se remonta al año 1969. El episodio transcurrió en un camposanto porteño y ante un selecto público de lo más rancio del liberalismo de cuño militar. La crónica, dice así:

            “(…) en el acto de la Recoleta en que se procedía al traslado de los restos del general Ossorio Arana, se informó de la presencia de Aramburu y Rojas. Aquella mañana [de 1969] Guillermo Patricio Kelly y Humberto Guidi, dos hombres a quienes no se les puede negar capacidad de acción, se subieron al Campanario de la Iglesia del cementerio y desde allí, ante los ojos de Aramburu, Rojas, el general Lanusse y centenas de “gorilas” recalcitrantes, acusaron a los jefes de la “Libertadora” de asesinato de patriotas inermes, de torturas y prisiones de hombres y mujeres por el solo delito de ser peronistas”.[2]

            Se remarca, en esta trifulca, que dos personas solamente –Kelly y Guidi- se trenzaron a golpes de puño contra unos 600 asistentes –entre radicales, conservadores y uniformados- durante el recuerdo funerario del teniente general Arturo Ossorio Arana[3], cuyo sepulcro sirvió para tapar, con estatuaria grandilocuente y frases moralistas, la anónima tumba de los mazorqueros Ciriaco Cuitiño y Leandro Antonio Alen, a metros del famosa Basílica de Nuestra Señora del Pilar.

Kelly, de saco y corbata, reparte trompadas en las afueras del cementerio de La Recoleta, 1969.

            Sin embargo, y como solía decir una veterana militante justicialista, “cuando Perón daba dos órdenes, éstas equivalían a tres porque había que leerlo entrelíneas”. Por eso vemos, en la última página del periódico que refleja la pelea desigual en La Recoleta, una lisonjera dedicatoria que Juan Perón hace a los responsables del diario “Marchar”, cuyas editoriales eran suscriptas por su odiado Kelly. Allí, el ex mandatario en el exilio, al pie de una imagen suya, les apoya con desbordante efusividad:

            “Para el periódico “Marchar” con el deseo de que encamine su prédica contra la antipatria y por la unidad del Pueblo Peronista. – Madrid, 2 marzo 1969 – Juan Perón.”

            Punto, entonces.

             


Por Descamisado mazorquero



[1] En esa misma carta, Perón desautoriza como pertenecientes al justicialismo al Movimiento Revolucionario Peronista, de Héctor Villalón; y, a la Confederación de Agrupaciones Gremiales Peronistas.
                La edición de “Alianza” de junio de 1964, por tomar un número anterior a la fecha de la carta emitida por Perón en agosto de ese año, leemos que protege a John William Cooke (que cubanizó o marxistizó al peronismo), despotrica contra el judaísmo, acusa al Plan CONINTES de “fascista” y publica a sus integrantes abrazándose con Andrés Framini, creador en los 70 del siniestro Partido Peronista Auténtico, rama partidaria de la terrorista Organización Montoneros. Es decir, todo un berenjenal.
[2] Nota “Firmenich-Aramburu”, diario “Marchar”, extra periódico, año 1974, página 11.   
[3] Fue ministro de Guerra de la Nación durante la presidencia de Facto de Pedro Eugenio Aramburu.